El ministro de Educación, Felipe Bulnes rechazó que parlamentarios de la oposición condicionen la aprobación del presupuesto de esta cartera a una eventual reforma tributaria, manifestando que no es la forma seria ni responsable de analizar el presupuesto.

“No es sano confundir una cosa con otra. El presupuesto hay que analizarlo y finalmente votarlo en su mérito, y no condicionarlo a que se impulse o no se impulse una reforma tributaria. No nos parece que sea la forma seria y responsable de analizar el presupuesto; y por lo tanto estoy convencido que finalmente en el análisis del presupuesto se va a imponer un criterio de seriedad, de responsabilidad y lo vamos a discutir en su mérito”, precisó el secretario de Estado.

Bulnes explicó que la partida de Educación concentra uno de cada cuatro pesos en que ha crecido el presupuesto de la nación.

“Estamos creciendo en educación superior en 15%, esto es tres veces más que el promedio de lo que está creciendo el presupuesto de la nación, tres veces más de lo que está creciendo el producto”, enfatizó.

El ministro agregó que “tenemos un plan muy ambicioso para lograr darle becas a todo alumno de educación superior de mérito, al 40% más vulnerable e incluso más. Estamos planteando una beca para la clase media”.

“Queremos hacer para el tercer quintil una combinación de becas y créditos y estamos rebajando sustancialmente el costo de endeudamiento, fundamentalmente a través de la ley que rebaja la tasa de crédito con aval del Estado de 6 a 2%. Por lo tanto, estamos haciendo esfuerzos consustanciales y estoy convencido que se va a aprobar”, acotó.

Consultado por el rechazo de los estudiantes a retornar a clases, Bulnes afirmó que “las movilizaciones son un legítimo derecho de las personas a manifestarse. Los paros, en la medida que no generen una dificultad, son propios de la democracia. Pero llega el momento de compatibilizar la movilización, las manifestaciones ciudadanas, con la vuelta a clases”.

El ministro insistió en que la ausencia a clases “perjudica a los propios estudiantes, a los planteles públicos que ellos están buscando proteger, a las universidades estatales, especialmente de regiones, se están viendo muy afectadas por la falta de clases, a los establecimientos escolares municipales también. Por lo tanto, más allá de las movilizaciones, que en la medida que se hagan pacíficamente no representan ningún problema, es necesario hacerlas compatibles con la normalización de las actividades académicas”.