Australia denunció el martes un “castigo cruel e inhumano” después de la condena a la actriz iraní Marzieh Vafamehr a un año de cárcel y 90 latigazos por haber actuado en una coproducción australiana sobre las dificultades que enfrentan los artistas en su país.

“El gobierno australiano condena la aplicación de tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes”, declaró un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.

Marzieh Vafamehr fue arrestada en julio, después de aparecer en el filme “Mi Teherán en venta”, sumamente criticado en los medios conservadores.

La actriz había sido liberada a fines de julio después de haber pagado una fianza cuyo monto no fue revelado.

Este filme, coproducido por Australia y realizado por Granaz Mussavi, cuenta la historia de una joven actriz que vive en Teherán cuya obra de teatro es prohibida por las autoridades. Esta mujer se ve obligada a vivir clandestinamente para expresarse.

La agencia de prensa iraní Fars indicó que la película no había recibido una autorización de difusión en Irán, pero que era visionada ilegalmente.

De acuerdo con la empresa de producción australiana Cyan Films, esta obra realizada con un pequeño presupuesto no estaba destinada a ser distribuida en Irán y su difusión clandestina “escapa totalmente a (su) control”.

Las productoras, Kate Croser y Julie Ryan, lamentaron una condena “sin precedentes”, pese a que “en el pasado varios filmes iraníes presentaron a actrices que no llevaban el hiyab”, el velo islámico.