Los integrantes de la selección neozelandesa de rugby, que ganaron 33-10 este domingo a Argentina en los cuartos de final del Mundial, destacaron el buen juego de su rival, que plantó batalla y que no se rindió hasta la parte final del duelo.

“Argentina ha jugado bien, son buenos en el scrum y luchan mucho en los tackles. Han frenado el juego, lo que era clave. Bravo. Los tries llegaron al final, hemos tenido que construir durante todo el partido. Nuestro scrum ha estado fin ante un buen rival”, dijo el entrenador Graham Henry.

“Estoy muy contento. No había estado nunca en las semifinales. Fue un partido de rugby como los de antes, con dos equipos que han jugado especialmente bien. Me gusta la sangre fría de nuestros jugadores”, afirmó.

Henry cree que el grado de exigencia marcado por los Pumas ayudará al equipo a estar mejor preparado para los dos últimos partidos en el Mundial.

“Mis jugadores se vieron presionados y han sabido mantener la calma. Este partido será útil. Los cuartos de final son siempre partidos complicados”, señaló, destacando que a esta altura del torneo no hay adversarios sencillos.

El emblemático capitán Richie McCaw también destacó la resistencia presentada por los pupilos de Santiago Phelan y admitió que la mejoría en la segunda parte fue determinante para que su equipo pudiera llevarse el triunfo.

“Frenaron nuestro juego en la primera parte. En la segunda, nos hemos liberado más rápido, tomamos buenas decisiones y con un poco de viento a favor hemos marcado más puntos”, dijo McCaw.

“Sabíamos que si seguíamos presionando tendríamos nuestras opciones. Ellos son un equipo que ataca bien. En la segunda parte mejoramos, movimos más rápido el balón y jugamos mejor”, apuntó.

McCaw pudo estar en el partido ante los Pumas, después de recuperarse de un dolor en un pie, tras una serie de ejercicios personalizados.

Entre el resto de integrantes del equipo también hubo voces que alabaron el juego de la albiceleste.

“Han conseguido frenar nuestros balones y sabíamos de qué eran capaces. Teníamos que soportar la tormenta y jugar al máximo durante 80 minutos”, señaló Piri Weepu, uno de los hombres más decisivos del partido, al anotar siete penales.

Nueva Zelanda, anfitrión del torneo, se enfrentará en su próximo partido a Australia, dentro de una semana en Auckland, un clásico del rugby de Oceanía, en busca de la gran final.