Cuando pensamos en la guerra, usualmente lo hacemos con la idea de algo lejano, e incluso como una experiencia que nos divierte, cuando la “disfrutamos” en videojuegos o películas de acción.

Sin embargo estar en un verdadero escenario de guerra dista mucho de ser algo placentero, como demuestra la cámara en el casco de este soldado estadounidense desplegado en Afganistán. Esta permite conocer la terrible experiencia de sufrir el impacto de la detonación de un IED, o artefacto explosivo improvisado, una bomba casera fabricada por la resistencia talibán.

Afortunadamente, el soldado sobrevivió al ataque.