Las Bolsas europeas se orientaban a la baja el viernes a media jornada después de abrir con ganancias tras las subidas de la víspera por la movilización de los responsables europeos a favor de los bancos, en espera de los datos sobre el empleo estadounidense.

Hacia las 07:30 hora de Chile, Fráncfort perdía 0,33%, París bajaba 0,39%, Londres 0,12%, mientras que Milán operaba en verde con un modesto 0,03% y Madrid con una subida de 0,07%.

Positiva en los primeros intercambios, la tendencia se invertía progresivamente a lo largo de la sesión. La inestabilidad podría perdurar hasta el inicio de la tarde, según los operadores.

El ministerio de Trabajo estadounidense tiene previsto publicar a las 14H30 los datos de empleo y de paro en septiembre, lo que permitirá a los mercados hacerse una idea clara de la salud de la primera economía mundial.

“Si la economía estadounidense ha destruido empleo, el mercado no va a reaccionar muy bien”, recuerda Jérôme Venerier, analista de IG Markets.

El jueves, las Bolsas respondieron positivamente al anuncio de las medidas excepcionales adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE) para asegurar la financiación del sistema bancario de la zona euro.

París ganó 3,41%, Londres 3,71%, Fráncfort 3,15%, Madrid 2,68% y Milán 3,55%, al igual que la Bolsa de Nueva York que cerró en verde.

Tokio moderó sus ganancias el viernes con una subida de 0,98% frente al 1,66% del jueves.

En su reunión mensual del jueves, el BCE anunció dos operaciones de refinanciación ilimitada durante cerca de un año, en octubre y diciembre, y la reactivación del programa de compra de títulos, por un total de 40.000 millones de euros entre noviembre de 2011 y octubre de 2012.

Asimismo, varios países de la zona euro, entre ellos Alemania, están dispuestos a inyectar dinero en los bancos en caso necesario.

La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que el domingo hablará con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, hasta ahora reticente a esa posibilidad.

Los dirigentes europeos esperan poder presentar una hoja de ruta común para la recapitalización de los bancos en la cumbre del 17 y 18 de octubre para poner un cortafuego al contagio de la crisis de la deuda, a condición de que puedan superar sus diferencias en la materia para entonces.