Israel quedó el viernes aislada del mundo para celebrar hasta el sábado por la noche el Yom Kipur, la fiesta más importante del judaísmo.

El Yom Kipur, que se inició poco antes del anochecer, está consagrado al ayuno y al rezo.

El tráfico aéreo fue totalmente interrumpido mientras que los puestos fronterizos de los puertos y aeropuertos también están cerrados hasta el sábado por la noche.

No hay ni transporte público, ni programas en las emisoras de radio y las televisiones. Los fieles se centran en el ayuno y en acudir a las sinagogas.

Según una estimación de la radio pública, unos 3 millones de israelíes van a ir a las sinagogas, lo cual supone la mitad de la población judía, y el 60% de ellos van a ayunar.

Por precaución, el ejército israelí decretó la noche del jueves un bloqueo general a Cisjordania hasta el sábado a mediodía.

El bloqueo a la franja Gaza, controlada por el movimiento islamista palestino Hamas desde junio de 2007, es todavía más severo.

El Yom Kipur marca el fin del periodo de 10 días de penitencia que empieza en Rosh Hashana, el Nuevo Año judío. El día de Kipur, los judíos piden perdón a Dios por los pecados cometidos durante el año.