Con la decisión de ampliar el permiso postnatal de tres a seis meses, Chile pasa a abanderar la más generosa ley de licencia maternal en América Latina, superando a Cuba, Venezuela y Brasil, que contaban con los períodos más prolongados, e incluso a Francia.

“Con este proyecto de ley, todas las madres trabajadoras van a tener acceso a este beneficio del postnatal. Más de 2,5 millones de mujeres en edad fértil y que trabajan, saben que el Estado las va a reconocer”, dijo este jueves el presidente Sebastián Piñera, al promulgar la nueva ley.

Su ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt, resumió bien el impacto de la medida al decir que tendrán “un postnatal de país desarrollado”: con los seis meses, que se suman a las seis semanas ya vigentes de licencia prenatal -en total unas 30 semanas-, Chile supera a las legislaciones latinoamericanas en esta materia.

Pero incluso mejora la propuesta de países europeos como Francia, que otorga 16 semanas de baja maternal para los dos primeros hijos -aunque 26 semanas en el caso del tercero, para incentivar los nacimientos.

Cuba, con 18 semanas de permiso pre y postnatal, y Venezuela y Brasil, con un poco menos (16), le siguen a Chile en la escala, mejorando los tres meses que priman en la región y en contraste con las breves licencias de algunos países centroamericanos.

En Centroamérica, el período más prolongado de permiso es de tres meses en Costa Rica y el más breve es de sólo 45 días en Guatemala. El prenatal más largo es de un mes y medio en Panamá y el más breve es de apenas una semana en El Salvador. En Nicaragua son ocho semanas de licencia después de parir, aunque si el parto es múltiple, aumenta a 10.

La Constitución brasileña obliga a 120 días de licencia maternal a partir del parto, a no ser que la gestante decida utilizarla desde antes.

Desde final de 2008, sin embargo, el gobierno amplió a 180 días para sus funcionarias y desde 2010 una ley permite ese beneficio de seis meses a trabajadoras del sector privado de forma opcional, aunque son las empresas las que deciden si amplían de 120 días a 180, caso en el cual pueden descontar el pago de esos dos meses del impuesto de renta.

Argentina, Bolivia, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay promedian sus bajas maternales en tres meses, aunque con matices.

Sus leyes permiten a las trabajadoras del sector privado ausentarse 12 semanas o 90 días, la mitad antes del parto y la otra después.

Sin embargo, en algunos casos si el médico lo autoriza, y en otros a potestad de la madre, se puede retrasar la ida a casa antes de dar a luz hasta 10 días en Perú, dos semanas en Uruguay y un mes en Argentina y sumar la diferencia al postnatal.

A diferencia de estos, en Paraguay la futura madre cuenta con la posibilidad de tomar los tres meses de permiso luego del alumbramiento.

En el caso de Bolivia, las medidas para proteger la maternidad añaden una prestación de unos 120 dólares cuando nace el niño, más un salario mínimo por mes en alimentos desde que se certifica el embarazo hasta que el niño cumple un año, plazo durante el que las mujeres no pueden ser despedidas de su trabajo y pueden recibir atención médica gratuita con su hijo. Además tienen derecho a una hora diaria de lactancia.

Las conquistas paternales en la materia, no obstante, aún están en pañales en Latinoamérica. En este sentido, también los chilenos se consagraron como pioneros al establecer que el padre puede disponer de hasta seis semanas de la licencia postnatal de la progenitora.

En el resto de los países, los permisos contemplados para los recién estrenados -y normalmente también agotados- papás oscilan entre los simbólicos dos días en Argentina hasta los 14 en Venezuela, pasando por tres en Paraguay y Uruguay, cinco en Brasil -10 para empleados públicos-, ocho en Colombia y los 10 que ofrece la ley ecuatoriana.

Los patronos en Venezuela están obligados, adicionalmente, a conceder las vacaciones que correspondan al empleado hombre, si las solicita, inmediatamente a continuación de su permiso paternal.

Los mexicanos pueden asistir a su mujer y su nuevo hijo la primera semana únicamente si son funcionarios federales, beneficio que han conquistado mediante reivindicaciones sindicales.

Cuba, en cambio, permite que el padre opte por cuidar al crío cuando a la madre se le agota su licencia posparto, y devengar él la prestación por hijo -60% del salario- hasta que cumple un año de edad, previa comunicación a la administración del centro laboral.

La ley de ningún país centroamericanomo permite a los hombres faltar al trabajo por el nacimiento de un hijo.