La agencia de calificación financiera Moody’s Investors Service bajó este viernes la nota de los principales bancos de Portugal, al considerado que el Estado, debilitado, tendría dificultades para socorrerlos en caso de que se agravaran sus problemas.

La agencia bajó en un peldaño la nota a largo plazo a Caixa Geral de Depositos (CGD) y Banco Espirito Santo (BES) a “Ba2″ y en dos peldaños a Banco Comercial Portugues (“Ba3″) y al Banco BPI (“Ba2″), según un comunicado divulgado por la agencia de calificación.

En total, el rating de nueve entidades bancarias ha sido objeto de revisión por Moody’s. El conjunto de estas calificaciones conservan una perspectiva negativa, lo que implica que la agencia no excluye revisarlas a la baja de nuevo a corto plazo.

Moody’s examinaba las calificaciones de los bancos portugueses desde que el 15 de julio bajó la nota soberana de Portugal en cuatro peldaños, a “Ba2″, a nivel especulativo, que implica cierto riesgo en las inversiones de la deuda del país.

En su comunicado, Moody’s explica su decisión sobre los bancos debido a que en sus balances mantienen una importante cantidad de deuda del Estado portugués, actualmente considerado como arriesgado.

Moody’s espera también un aumento de créditos dudosos, debido a la degradación de la situación económica del país. Los bancos portugueses tienen también dificultades para refinanciarse, debido a sus problemas para captar dinero en el mercado al por mayor, advierte la agencia.