El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, ha sido sancionado con dos partidos de suspensión por los incidentes ocurridos en la Supercopa de España en agosto pasado, cuando metió el dedo en el ojo al segundo técnico del Barcelona, Tito Vilanova.

Vilanova también ha sido sancionado con un partido de suspensión por responder a Mourinho con un manotazo, según decidió este miércoles el juez de competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Ambos han sido sancionados por infringir el artículo 123 del código disciplinario de la RFEF, que hace referencia a la “violencia en el juego” y que castiga con hasta tres partidos de suspensión las acciones que originen “riesgo, pero no se produzcan consecuencias dañosas o lesivas” para los implicados.

Los dos también ha sido condenados a una multa de 600 euros, que deberán pagar sus respectivos clubes, los cuales también han sido condenados al pago de una multa de 90 euros adicionales.

El juez de competición decidió imponer una sanción intermedia al técnico del Real Madrid por la “inexistencia de lesión o la falta de prueba concluyente en el ánimo de herir por parte del Sr. Mourinho”.

En cambio, “Tito” Vilanova recibe el castigo más leve al aplicarle el juez el atenuante de “provocación suficiente”.
La reacción del segundo entrenador del Barça “es una respuesta inmediata, sin solución de continuidad, proporcionada y suficiente frente al acometimiento que sufre por parte del Sr. Mourinho”, explicó el juez de competición.

El juez único del Comité de Competición (órgano disciplinario de la RFEF) para la Supercopa finalmente no les ha aplicado los artículos 98 y 100 del código disciplinario de la RFEF en base a los cuales había abierto el 23 de agosto este caso y que hubiera podido acarrear a Mourinho hasta 12 partidos de sanción.

Ambos clubes tienen ahora diez días para recurrir ante el Comité de Apelación si no están de acuerdo con la decisión.
Los incidentes entre los dos entrenadores se produjeron el 17 de agosto al final del partido de vuelta de la Supercopa de España, que ganó el Barcelona 3-2, cuando Mourinho se fue hacia Vilanova y le metió el dedo en el ojo, a lo que el segundo técnico azulgrana respondió con un manotazo a medida que “Mou” se alejaba.

La disputa estalló tras una dura entrada de Marcelo sobre Cesc Fábregas (90+3), que supuso la expulsión del brasileño del Real Madrid y el origen de una serie de empujones entre jugadores de ambos equipos.

Por estos incidentes también vieron la tarjeta roja el delantero del Barcelona David Villa y el alemán del Real Madrid Mesut Ozil, que ya no estaban en el terreno de juego.

Tanto Marcelo, como Ozil y Villa fueron sancionados con un partido de suspensión, que deberían cumplir en el próximo partido de Supercopa.