Decenas de miles de funcionarios griegos salieron este miércoles a las calles de Atenas y Salónica (norte) para protestar contra las medidas de austeridad, en un ambiente tenso, en el que fueron detenidas unas diez personas.

En un momento en que se cierne el espectro de la suspensión de pagos sobre este país sumamente endeudado, las fuerzas antidisturbios lanzaron gases lacrimógenos contra decenas de jóvenes encapuchados que tiraban botellas y piedras al margen de la manifestación de Atenas, que reunió a unas 18.000 personas, según la policía.

Al menos cuatro personas -dos policías y dos fotoreporteros- resultaron heridos, entre ellos una periodista de la AFP que recibió un golpe en la cara con el escudo de un policía.

Fuentes policiales anunciaron la detención de una decena de personas.

En Salónica, unas 10.000 personas salieron a las calles para protestar, según datos policiales.

“No al paro parcial que supone el despido”, proclamaba la pancarta principal del sindicato público Adedy, que encabezaba el cortejo, en referencia al proyecto de enviar al desempleo técnico a 30.000 funcionarios públicos antes de finales de año, en un intento de reducir con urgencia los gastos públicos del país y evitar el cese de pagos.

Enarbolando banderas negras, arqueólogos del ministerio de Cultura, funcionarios del Tesoro, del Desarrollo y empleados de empresas públicas como Eydap (agua), Trainose (ferrocarriles) gritaban eslóganes “contra la política del gobierno, la UE y el FMI”, los principales acreedores del país.

Estos acreedores han obligado al gobierno socialista a adoptar medidas drásticas para reducir el régimen, que afectan de forma especial al sector público.

“No al desempleo parcial, no a los despidos, no a la miseria”, se leía en una pancarta.

El ministro de Economía, Michalis Chryssohoides, en una entrevista que aparecerá el jueves en Alemania, confirmó que la situación del país es “bastante desesperada”.

“La bancarrota de un país de la zona euro sería una catástrofe porque tendría un efecto dominó. Aunque no sea más que por esto, no podemos decidir solos un default”, advirtió.

En respuesta a este llamamiento de socorro, el director para Europa del Fondo Monetario Internacional, Antonio Borges, señaló el miércoles que el segundo plan de ayuda a Grecia decidido el 21 de julio por la Unión Europea, y que todavía no ha sido aplicado, debería ser revisado para poner el acento en el relanzamiento económico.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, reiteró en Bruselas que Grecia debería seguir “formando parte de la zona euro”, al tiempo que consideró “justificado” recapitalizar a los bancos europeos que corren el riesgo de sufrir por un default en la zona.

Este miércoles en Grecia las escuelas y museos estuvieron cerrados, muchos vuelos fueron anulados y los hospitales funcionaron a medio gas por la huelga, que afectó también al funcionamiento de algunos trenes y el de los tribunales, pero los transportes públicos urbanos funcionaronen Atenas.

Miles de estudiantes también se manifestaron en Atenas y Salónica pidiendo “libros, profesores y escuelas”. Varios colegios han sido ocupados estos últimos días por estudiantes que protestan contra la falta de libros.

Una huelga general tanto en el sector público como en el privado está prevista el 19 de octubre, convocada por los sindicatos Adedy y GSEE.