Cuba se moviliza para exigir a Barack Obama “justicia” para las “víctimas del terrorismo de Estado”, al conmemorarse el jueves el 35º aniversario de un atentado bomba contra un avión comercial que dejó 73 muertos.

A la luz de velas, con poemas y canciones, jóvenes cubanos realizarán una vigilia en espera de la medianoche, para recordar a los 57 cubanos, 11 guyaneses y 5 norcoreanos, muertos en el estallido del DC-10 de Cubana de Aviación, poco después de despegar de Barbados el 6 de octubre de 1976.

La jornada concluirá con un acto en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en el cual se espera la asistencia del presidente Raúl Castro.

Tras la inclusión anual de Cuba en la lista del departamento de Estado de patrocinadores del terrorismo, Raúl Castro respondió en 2010 decretando el 6 de octubre “Día de la víctimas del terrorismo de Estado”.

“Como consecuencia del terrorismo de Estado, (Cuba) ha acumulado una cifra de muertos y desaparecidos superior a las que causaron los atentados a las Torres Gemelas y Oklahoma juntos”, dijo en referencia a los 3.478 fallecidos y 2.099 incapacitados que según las autoridades dejan acciones anticastristas en medio siglo.

Según Cuba, Washington se niega a desclasificar información sobre el atentado, del cual culpa a la CIA y sostiene que la “complicidad” de los gobiernos estadounidenses quedó en evidencia luego de que las autoridades cubanas entregaran en junio de 1998 al FBI 64 folios sobre 31 acciones emprendidas contra la isla desde su territorio en los años 90.

La libertad de los cinco, que Cuba reconoce como “héroes luchadores antiterroristas” es una de las principales exigencias de La Habana para normalizar relaciones, mientras que Washington exige la del contratista Alan Gross, condenado a 15 años bajo cargos de entregar equipos de comunicación a opositores cubanos.