El psicólogo infanto-juvenil de la Red Salud UC, Alfonso Cox, sostuvo que las libertades a los niños deben comenzar a entregarse antes de la pubertad, que tengan la posibilidad que vayan solos a lugares cercanos de la casa, como ir a comprar a la esquina, a las casas de los amigos o ir al colegio.

Ello les va a permitir sentirse seguros y confortables y, a su vez, será una pauta para los padres para saber si sus hijos pueden hacer estas diferentes tareas de manera responsable.

“Estas conductas les dan mayor autonomía y los chicos deben aprenderlo. No se puede restringir la libertad o la autonomía porque los niños la necesitan para crecer y los padres también la necesitan porque no lo puedes acompañar a todos lados toda la vida”, afirmó Cox.

Respecto a las giras de estudio, aunque se podría pensar que la autorización de los padres para permitir a los hijos ir a esta “aventura” marca el comienzo definitivo de la independencia, para el sicólogo infanto-juvenil esta es una teoría relativa.

Para los compañeros del curso esta instancia puede ser el momento del desbande y la libertad total, pero en la práctica no es así, ya que siguen teniendo horarios de sueño, comidas, esparcimiento, sumándole el hecho que van acompañados por el profesor y generalmente por apoderados.

“La gira de estudios no es la primera independencia, porque no están solos y no deciden lo que van a hacer. No están suficientemente maduros para decidir en dónde duermen, comen o van a bailar. No hay total libertad porque siempre están a cargo de un adulto”, expresó el especialista.

Cox añadió que es un momento importante para los cursos y para la vida de un estudiante el viaje de estudios, que es una tradición.

“Creo que sería doloroso para un escolar decirle que no vaya, excepto que haya tenido conductas de irresponsabilidad, o falta de integración con su curso. Pero la decisión de ir o no es absolutamente de los padres porque son menores de edad”, manifestó.

El primer hito significativo de independencia -a juicio de sicólogo- es la salida de cuarto medio y el ingreso a un establecimiento de educación superior, ya que existe la opción de elegir dónde estudiar. Ya no se cuenta con un apoderado que asiste a reuniones de padres, como sí lo era en el colegio, y ahora el universitario es quien decide si estudia o no, si va a clases o no, si da la prueba o no, sabiendo claramente a qué se expone.

“Ser independiente no significa rascarse con sus propias uñas, sino que tiene que ver con tener la capacidad de poder tomar decisiones de lo que yo quiero para mi vida, con autonomía y responsabilidad”, concluyó el especialista de Red Salud UC.