El juicio contra el joven nigeriano acusado de tratar de hacer estallar un avión comercial con destino a Estados Unidos en la Navidad de 2009 comenzó este martes en Detroit con la exigencia de la jueza de que se quitara la camiseta blanca que llevaba puesta y se pusiera saco y corbata.

Umar Faruk Abdulmutallab, quien ha insistido en defenderse a sí mismo, sufrió su primer contratiempo mientras se realizaba la elección del jurado, cuando la jueza Nancy Edmunds pidió unan breve pausa y le pidió al nigeriano, de 24 años, que se pusiera camisa y corbata.

La acusación que pesa sobre Abdulmutallab es haber intentado matar a casi 300 personas a bordo de un vuelo de Northwest Airlines de Amsterdam a Detroit a finales de 2009.

Adulmutallab, de 24 años, despidió a sus abogados y ha insistido en asumir su propia defensa, aunque la jueza Nancy Edmunds lo instó en repetidas ocasiones a dejar que un abogado se ocupe de su caso y nombró a un “consejero de guardia” para ayudarlo a prepararse.

Si bien aceptó cierta ayuda, Abdulmutallab insiste en que hará su propio alegato de apertura e interrogará a los testigos durante lo que se estima será un juicio de varias semanas de duración.

El juicio será vigilado de cerca puesto que tiene lugar tras la muerte de un líder de Al Qaida, Anwar al Awlaqi, abatido por un ataque aéreo de Estados Unidos en Yemen. Altos funcionarios de inteligencia han vinculado repetidamente a este clérigo nacido en Estados Unidos con la conspiración de Navidad.

El atentado de 2009 falló cuando los explosivos adheridos a la ropa interior de Abdulmutallab no detonaron y sólo encendieron un leve fuego, permitiendo a los pasajeros y la tripulación detener al agresor.

La fallida operación disparó todas las alarmas y condujo a Estados Unidos a adoptar nuevas y estrictas medidas de seguridad, incluyendo controvertidos controles en aeropuertos y un incremento masivo de la listas de personas no autorizadas a volar.

La reputación de los servicios de inteligencia estadounidenses también recibió un duro golpe, porque el padre de Abdulmatallub, un conocido banquero nigeriano, había advertido a la CIA sobre la radicalización de su hijo.

Los argumentos iniciales se esperan para el 11 de octubre.