La estudiante estadounidense Amanda Knox, acusada del asesinato en 2007 de su compañera de piso Meredith Kercher, fue declarada inocente este lunes por un tribunal de Perugia (centro de Italia) en su proceso de apelación por una condena de 26 años.

Amanda Knox y su entonces novio Raffaele Sollecito habían sido condenados en primera instancia a 26 y 25 años de prisión respectivamente por la muerte de la británica Meredith Kercher el 1 de noviembre 2007.

Ambos afirmaron ser inocentes. La Corte de Apelaciones los declaró este lunes inocentes.

Luego de llegar lívida a la sala del tribunal, respirando con dificultad, Amanda Knox, de 24 años, estalló en sollozos tras el anuncio de la decisión de la Corte de Apelaciones.

El anuncio del veredicto fue saludado por aplausos en la sala del tribunal, mientras que gritos de júbilo y silbidos se escucharon entre la muchedumbre reunida en la plaza frente al tribunal.

La madre de la víctima se quedó por el contrario inmóvil y silenciosa.

Meredith Kercher, estudiante de Leeds de 21 años, fue encontrada semidesnuda y en medio de un charco de sangre, el cuerpo atravesado por 43 cuchilladas. La autopsia demostró que también fue violada.

Este asesinato que mezclaba sexo, alcohol y droga tuvo pendiente a los medios de prensa anglosajones.

El tribunal de primera instancia había condenado a Knox y Sollecito, al afirmar que dieron a Meredith las cuchilladas fatales mientras que Rudy Guede, marfileño condenado a 16 años de cárcel en un proceso separado, inmovilizaba los brazos de la víctima porque rechazaba participar en un juego sexual.

Todos estaban según esto bajo los efectos del alcohol.

El presidente de la corte ordenó su “liberación inmediata”, desencadenando el júbilo de los allegados y apoyos de Amanda presentes en el público y en el exterior del tribunal, mientras otros gritaban “vergüenza” y “asesinos”.

La joven, con el rostro serio y los cabellos libres, que llevaba un traje de deporte negro con capucha, abrazó a sus abogados, y luego fue de inmediato sacada fuera de la sala de audiencia.

La hermana de Amanda, Deanna, dijo que “terminó la pesadilla” de su hermana, al hablar a la prensa tras el veredicto.

Por la mañana del lunes la estudiante había rechazado las acusaciones “totalmente injustas” en su contra.

“Las acusaciones son totalmente injustas”, declaró llorando la joven, en su última intervención antes de que el tribunal se retirase para decidir el veredicto.

“Estoy pagando por un crimen que no cometí”, añadió la estudiante. “Quiero regresar a mi hogar. Quiero volver a mi vida anterior. Yo no maté, yo no violé, yo no estaba allí”, insistió.

Amanda Knox afirma que la noche del crimen ella se encontraba en el domicilio de Sollecito en Perugia, la ciudad universitaria donde las dos jóvenes estudiaban.

Por su parte el ex novio de Amanda, Raffaele Sollecito, dijo que “en mi vida, nunca hice mal a nadie”, y que tras pasar cuatro años en la cárcel “cada día que termina, es como morir”.

El tribunal fue tomado por asalto desde la madrugada por unos 400 periodistas llegados para escuchar las últimas declaraciones de los acusados.

Los ocho miembros del jurado –dos magistrados y seis jurados populares, entre los cuales hay cinco mujeres– de la Corte de Apelaciones deliberaron en una “cámara del consejo”.

La semana pasada, la fiscalía pidió cadena perpetua para los dos jóvenes, afirmando que Amanda y Raffaelle mataron “sin motivos” a Meredith la noche del 1 de noviembre de 2007.

El cuestionamiento por expertos independientes sobre la fiabilidad de las pruebas ADN realizadas en el arma del crimen – un cuchillo de cocina – y el broche del sostén de Meredith, influyó en la decisión del jurado.