El tercera línea Jerome Kaino, de los All Blacks, lo derriba todo a su paso en el terreno de juego, al igual que su equipo nacional, que se mostró dominador en la fase de grupos del Mundial, donde su combinado sueña con el título.

Con una mandíbula cuadrada y una mirada incisiva, Jerome Kaino, de 28 años, despliega una potencia que parece sin límites en el Mundial, y es el único All Black que disputó los cuatro primeros partidos del torneo íntegros, en total 320 minutos.

Kaino es de los que se dedican a ganar durante todo el juego preciosos metros a su equipo en los scrums, a la vez que contribuye al movimiento de los All Blacks, e incluso a frenar a los rivales con sus tackles.

“Cuantos más partidos juego, mejor me siento”, dijo. Su rendimiento traduce, en realidad, su gran compromiso. “Ya hace un momento que estoy en este equipo y me siento, de verdad, muy bien”, contó. “Estoy disfrutando mucho”, abundó.

Sin embargo, Jerome Kaino (1,96 metros, 105 kilos) y los All Blacks presentan una relación que a priori se presenta como un malentendido.

Porque con apenas 23 años el tercera línea visitó la camiseta de su combinado por primera vez en 2006, cuando contaba con una gran reputación por haber sido elegido el mejor jugador del Mundial Sub21 en 2004.

Luego sumó dos partidos internacionales más, frente a Irlanda, siendo en el primero reemplazante. Luego desapareció de las convocatorias. “Esas selecciones llegaron demasiado pronto, no estaba preparado”, analizó con la distancia que ofrece el paso del tiempo.

Así, Jerome Kaino se perdió el episodio que fue el Mundial 2007, donde Jerry Collins estaba encargado de ejercer su misión actual en la presente edición del Mundial y donde los All Blacks fueron eliminados en cuartos de final, a manos de Francia en Cardiff.

Pero Kaino pudo ganar madurez y restablecerse de su fracaso inicial en su selección en los Auckland Blues (Super 15) antes de aprovechar su segunda oportunidad en los All Blacks.

Y al final, Collins se quedó en Europa, mientras que Kaino no dejó la tercera línea de su combinado, y a menudo juega asociado al capitán Richie McCaw y al octavo Kieran Read, formando un trío muy complementario.

Su regularidad es fruto del trabajo y de la paciencia. “Hace unos años, me fijé unos objetivos, cosas a la que quería dirigirme progresando y siento que alcancé algunos de esos objetivos. Aún así, pienso que siempre se puede progresar”, aseveró Kaino.