El capitán de la selección argentina de rugby, Felipe Contepomi, advirtió de la dificultad que entrañará el partido de cuartos de final del Mundial, contra Nueva Zelanda, después de que los Pumas se clasificaran este domingo tras ganar a Georgia.

Argentina, que ganó los dos últimos partidos sin jugar bien, contra Escocia (13-12) y Georgia (25-7), que le abrieron el pase a cuartos de final, deberá mejorar mucho si quiere plantar cara a los All Blacks, el domingo 9 de octubre en el estadio Eden Park de Auckland.

“Cada partido es diferente. Me parece que en Mundiales a veces es más importante el resultado que el juego, aunque yo siempre defiendo que la forma más fácil de ganar es jugar bien”, dijo cuando se le preguntó sobre los problemas que tuvo su equipo para derrotar a Georgia.

“Hay que seguir intentando jugar bien y espero que el fin de semana que viene, cuando nos enfrentemos a Nueva Zelanda, demos un paso más grande en ese sentido, ya que el rival de turno es el mejor equipo del mundo”, señaló Contepomi.

El jugador de 33 años, que actuó como centro en el partido, y que logró 13 puntos, después de haber fallado todo lo que intentó en el primer tiempo (tres patadas a palos), piensa que los primeros errores hicieron que el equipo se contagiara por el nerviosismo.

“No entramos bien en el partido y no le encontramos la vuelta. En los encuentros previos habíamos tomado la iniciativa y aquí fue al contrario. Por ahí nos desconcentraron los primeros errores, lo que desembocó en una cadena de fallos”, señaló.

“A veces hay que volver a lo básico y eso es lo que hicimos en el segundo tiempo”, afirmó el capitán del equipo, que guio a los suyos a la victoria con trece puntos para un parcial de su equipo de 20-0 en ese período.

Contepomi disputa su cuarto Mundial y ha estado en los tres en que los Pumas lograron la clasificación a cuartos de final, de la siete ediciones del torneo, en 1999, 2007 y 2011.

“En 1999 se clasificó sin muchas expectativas. Creo que se hizo un Mundial bárbaro. Yo era joven y no estaba tan involucrado. No era tan consciente. En 2007, ganar el primer partido (contra el local Franncia) nos dio un empujón y entramos con el pie derecho en el torneo. Era un equipo que venia jugando junto desde hace mucho tiempo y las cosas se dieron naturalmente”, afirmó.

“En 2011 el camino fue mas sinuoso. Hubo más altibajos. Creo que poca gente confiaba en nosotros. Nunca estuvimos más de tres semanas juntos, pero el equipo fue tomando confianza”, dijo.

“Y aunque no ganamos el primer partido (contra Inglaterra, derrota por 13-9), se jugó bien y eso nos dio un empujón. No se jugó bien en los siguientes partidos, pero se ganó”, resumió Contepomi.