Los dueños y los jugadores de la NBA terminaron este sábado otra larga sesión de negociaciones con una estructura del techo salarial como el escollo que impediría que la temporada regular comience a tiempo.

“Seguimos a millas de distancia,” dijo el director ejecutivo de la Unión de Jugadores, Billy Hunter. “Hay un puente enorme, que no sé si estamos capacitados a cruzar o no”.

Las dos partes se runieron por siete horas este sábado, la mayor sesión desde que los propietarios impusieron el paro laboral el 1 de julio, y planean retomar el lunes.

El tope salarial es uno de los mayores obstáculos en las negociaciones, con los propietarios esperando una respuesta de los jugadores.

Por su parte, el comisionado David Stern apuntó que el sindicato aprobará el plan de los propietarios para aumentar la repartición de los ingresos. Sin embargo, las partes siguen divididas sobre la estructura del tope salarial y la segmentación de los ingresos.

El comisionado dijo que no tiene nada que anunciar sobre cancelaciones, aunque está en riesgo el comienzo de la temporada regular el 1 de noviembre como estaba programado.

La NBA ya ha cancelado 43 partidos de pretemporada y ahora el inicio de la campaña regular está en peligro si no se llega a un acuerdo, y podría suceder lo mismo que en la zafra de 1998-1999, cuando se jugó un campeonato acortado debido a otro paro laboral.

“Nuestro deseo es no cancelar y estamos esperanzados que este fin de semana lleguemos a algún acuerdo, pero por razones que entendemos, los jugadores sugieren que terminemos las negociaciones el lunes, y nosotros hemos dicho que está bien¨, señaló Stern.

Stern negó enfáticamente que haya amenazado con cancelar toda la temporada si las cosas no iban bien para el fin de semana.

El conflicto actual ha durado tres meses y hasta la fecha no hay acuerdos seguros entre propietarios y jugadores.

Los dueños de equipo argumentan que sólo siete u ocho de las treinta franquicias de la NBA consiguieron ganancias en la pasada campaña, que dejó pérdidas combinadas de mas de 300 millones de dólares.

A fin de reducir costos, los propietarios quieren imponer un límite fijo al techo salarial, a lo que se niegan los jugadores, que también quieren una mayor participación de los ingresos generados por la NBA, estimados en 3.800 millones para 2010-2011.