El cineasta franco-polaco Roman Polanski, de 78 años, se expresó largamente sobre su arresto y su detención domiciliaria en Suiza, ocurrida hace dos años, en una entrevista a la Televisión suiza romana que será difundida el domingo.

“Creo que estoy hecho de un material más duro, conmigo podrían fabricar clavos”, responde Polanski al periodista suizo Darius Rochebin que le pregunta cómo ha hecho para soportar todas las tragedias que ha sufrido en la vida.

El cineasta cuenta que se cruzó con la muerte por primera vez cuando tenía 7 años, en el gueto de Varsovia, en donde mataron a una mujer “a cuatro metros de donde yo estaba”.

“Estoy acostumbrado a la muerte, un poco como los cirujanos habituados a ver un vientre abierto, pero ahora estoy en un periodo en el que me da miedo cuando timbra el teléfono y oigo la voz de la mujer de un amigo”, añadió, precisando que “tengo prisa por oír buenas noticias”.

Polanski dijo que había descubierto Suiza hace 40 años, cuando un amigo le dijo que viniera para escapar de los periodistas que no lo dejaban tranquilo tras el asesinato de su mujer Sharon Tate, encinta de 8 meses.

“Al comienzo, antes de que detuvieran a Charles Manson, se me consideraba sospechoso, porque acababa de realizar (la película) ‘El bebé de Rosemary’. Hubo una amalgama insoportable, hablaban mal de mí, y un amigo me dijo: ven para acá (a Suiza), estarás tranquilo”, contó.

“Aquí es diferente, aún hay valores de antaño que se respetan, y que están desapareciendo en el resto del mundo”, añadió el cineasta para explicar su apego a Suiza.

Con respecto a su última película, “Carnage”, Polanski contó que había escrito el guión mientras se encontraba en arresto domiciliario. “Eran buenas condiciones. Yo obligaría a algunos a que se hagan detener para que se dediquen a trabajar”, dijo.

En esta película, explicó, se trataba de denunciar “lo políticamente correcto, y mostrar que bajo la capa de barniz, hay mucha barbarie. Todos somos así, con algunas excepciones, yo, que tengo menos barniz”, declaró.

Por último, interrogado sobre esa “pulsión, parecida a la de Dominique Strauss-Kahn, que trastornó su vida” y provocó su detención en Estados Unidos en 1977 –por tener relaciones sexuales con una menor de 13 años– Polanski dijo que lo lamentaba. “Por supuesto que lo lamento, desde hace 33 años lo lamento”, reiteró.

Polanski fue detenido en Suiza en septiembre de 2009 cuando iba a recibir un premio en el Festival de Zúrich, a raíz de una solicitud de extradición presentada por Estados Unidos.

El cineasta pudo salir de la cárcel de Zúrich el 4 de diciembre de ese año para cumplir arresto domiciliario en Gstaad, une pequeña estación de deportes de invierno en el cantón de Berna, contra una fianza de 3,7 millones de dólares.

Finalmente Suiza se negó a extraditar a Polanski hacia Estados Unidos, y lo dejó en completa libertad en julio de 2010.