Con el cambio de estación, se puede encontrar ahora, en ferias y supermercados, un renovado listado de frutas y verduras, que cocidas o crudas, en ensaladas o en jugos, contribuyen a la salud, y se recomienda conocer las propiedades de cada una de ellas.

La académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello (Unab), Gabriela Sarrat, citó el caso de los arándonos, una fruta de bajas calorías, libre de grasas y sodio. Este alimento es rico en fibra y vitamina C, y tiene uno de los efectos antioxidantes más importantes que se conocen.

“Su pigmento antocianina, junto a los carotenoides (pro vitamina A), intervienen en el metabolismo celular reduciendo la acción de los radicales libres que se asocian al envejecimiento y en general a todas las enfermedades degenerativas como son el cáncer, enfermedades cardíacas y el Alzheimer”, explicó la nutricionista.

El jugo de este fruto se utiliza como prevención de las infecciones urinarias ya que actúa contra la E. Coli y otras bacterias además de inhibir la adhesión de ellas a las células de las vías urinarias.

“Esto no significa que reemplace el uso de antibióticos cuando la infección ya está instalada, sólo ayuda a prevenir que se produzca la infección”, dijo la experta de la Unab. Se consume fresca, en postres o mezclada con verduras en ensaladas y también como jugo”, expresó.

Sarrat también destacó el brócoli, que aporta muy pocas calorías por lo que puede consumirse en dietas de control de peso. Entre los nutrientes que entrega, están la vitamina C, antioxidante que también colabora en la formación de colágeno y facilita la absorción de otros nutrientes como el fierro.

Este producto, además, contiene vitaminas A y E también reconocidos antioxidantes.

“Entre los minerales, son buena fuente de Potasio que interviene en la transmisión de los impulsos nerviosos y en el adecuado funcionamiento de los músculos”, agregó.

También aporta calcio, esencial en la formación y mantención de huesos y dientes. Contiene fotoquímicos, entre ellos los glucosinolatos e isotiocianatos, sustancias vegetales que contienen azufre y que podrían ayudar a prevenir el cáncer y que son las responsables del olor que despide esta verdura durante su cocción.

El brócoli se recomienda cocinarlo al vapor o en agua hirviendo por un período corto de tiempo ya que la cocción permite que algunos de estos nutrientes pasen al agua, perdiendo el alimento algunas de sus mejores características nutricionales.