Multiplicación de ciclovías, cursos para adultos y muy pronto 10.000 bicicletas en un sistema público de alquiler: Nueva York cede finalmente a la moda que atrapa a otras grandes ciudades del mundo y se pone al día con numerosas iniciativas por este medio de transporte ecológico.

En cinco años, el número de neoyorquinos que utilizan la bicicleta se ha duplicado, según la alcaldía. Ahora son miles que lo hacen cada día en lugar de recurrir a los taxis amarillos, eludiendo autos a veces en medio de los embotellamientos.

Desde 2007, Nueva York se ha dotado de 350 km de ciclovías y actualmente cuenta con más de 1.100 km. El objetivo es llegar a 2.900 km en 2030, según la alcaldía.

Los ciclistas saludan la política del alcalde Michael Bloomberg y de su responsable de transportes, Janette Sadik-Khan.

“Tienen una visión increíble”, estima en ese sentido Brent Tongco, portavoz de Bike New York, asociación que se dedica a promover este modo de transporte en la Gran Manzana.

“La gente se siente más segura y entonces son cada vez más los que se desplazan en bicicleta”, explica.

El 14 de septiembre, la alcadía anunció el lanzamiento a mediados de 2012 del sistema público de alquiler de bicicletas, sumándose de este modo a otras grandes ciudades del mundo en las que ya está vigente el servicio, como Londres, París o Barcelona.

El sistema incluiría unas 10.000 bicicletas distribuidas en 600 estaciones en el centro y sur de Manhattan y en ciertos barrios de Brooklyn (sudeste).

En una semana, cerca de 6.000 personas visitaron el sitio internet de la alcaldía para indicar en un mapa interactivo dónde querrían que se instale una de las estaciones previstas.

Ya se organizaron varias presentaciones en la ciudad. El jueves, en Union Square, en el corazón de Manhattan, una muchedumbre probaba las bicicletas multicolores que pondrá a disposición la alcaldía.

“Esperaba esto desde hacía tiempo”, dijo Quinn, un estudiante de 17 años que vive en el barrio de Queens (noreste).

“El metro cuesta caro”, agrega, indicado que no puede pagar el abono mensual. “Las bicicletas van a costar 104 dólares anuales, igual que una tarjeta mensual del metro. Voy a poder venir a Manhattan más seguido”, dice.

En cambio, quienes se oponen a las bicicletas en Nueva York levantan su voz. Hace poco intentaron, y perdieron, un juicio para exigir el cierre de una ciclovía cerca de Prospect Park, en Brooklyn.

Estas personas denuncian el dinero consagrado al proyecto, estiman que sería mejor que la alcaldía use esos fondos para crear empleos y cuestionan la seguridad de los peatones a raíz de la supuesta indisciplina de algunos ciclistas.

Según un reciente estudio de Hunter College, unos 500 peatones son atropellados por ciclistas en Nueva York anualmente.

Pero de acuerdo con la alcaldía, a pesar del número creciente de ciclistas, los accidentes en los que están involucradas bicicletas se han mantenido estables en estos últimos años.