Científicos estadounidenses desarrollaron una “hoja artificial” que convierte la luz solar en combustible químico que puede ser almacenado y utilizado más tarde, según un estudio publicado el viernes.

Cuando se coloca en un recipiente con agua, la célula solar de silicio, que tiene materiales catalíticos de cada lado, genera burbujas de oxígeno en un lado y burbujas de hidrógeno en el otro, que pueden ser separadas y recogidas.

Los gases pueden después ser integrados en una célula de combustible que los recombina en agua produciendo una corriente eléctrica, explicó el principal autor del estudio, Daniel Nocera, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

Una nota publicada en la revista Science, firmada por seis investigadores de Sun Catalytix, una empresa de energía solar fundada por Nocera, detalla el dispositivo.

Según Nocera, la “hoja” está hecha de materiales abundantes y baratos.

La hoja de semiconductores de silicio está recubierta en una de sus caras con un catalizador a base de cobalto, que libera el oxígeno, y por otro, con una aleación de níquel, molibdeno y zinc, que separa el hidrógeno.

“Creo que habrá verdaderas oportunidades para esta idea”, dijo Nocera en una declaración que acompaña la nota en Science.

“No se puede ser más portátil: no necesita cables, es ligero y no requiere muchos equipos adicionales, más allá de algo para capturar y almacenar los gases”.

El dispositivo no estará listo para la producción comercial, sin embargo, hasta que se desarrollen los sistemas que puedan recolectar, almacenar y utilizar los gases, dijo.

“Es un paso”, dijo Nocera. “Va en la dirección correcta”.