El jefe del Estado Mayor turco, así como los comandantes de los ejércitos de tierra, mar y aire, dimitieron este viernes en medio de un desacuerdo con el gobierno islamista moderado sobre la posibilidad de promocionar a militares encarcelados por presunta conspiración.

De momento se ignora el motivo oficial de esta dimisión en bloque, aunque la prensa turca hablaba de tensiones entre la cúpula militar y el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan.

Cuarenta y dos generales y decenas de oficiales en activo o retirados están actualmente encarcelados en el marco de presuntas conspiraciones destinadas a derrocar al gobierno islamista moderado del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002.

El ejército querría que estos militares puedan, en principio, ser promocionados, pese a estar en prisión a la espera de que termine su proceso. El gobierno, por el contrario, quiere que se retiren.

Por el momento, el ejecutivo no ha reaccionado a la dimisión colectiva.

Desde 1960, el ejército turco derrocó a cuatro gobiernos, el último de ellos en 1997, del islamista Necmettin Erbakan, mentor del actual jefe del ejecutivo.

El jefe del Estado Mayor, general Isik Kosaner, se reunió varias veces en los últimos días con Erdogan, antes de una reunión a comienzos de agosto del Consejo Militar Supremo, que decide los nombramientos en la jerarquía castrense.

Es la primera vez que la cúpula militar de Turquía, país miembro de la OTAN, dimite en su conjunto, recordaron las televisiones NTV y CNN-Türk.

La agencia semioficial Anatolia precisó que el jefe del Estado Mayor y sus comandantes pidieron retirarse.

El general Kosaner había sido nombrado por tres años en 2010. Los otros tres comandantes debían, siguiendo la tradición militar, retirarse el mes próximo.

La decisión de la cúpula de dimitir en bloque es muy simbólica en Turquía, donde el ejército se ha visto debilitado desde 2007, con la apertura de varias investigaciones sobre presuntos proyectos de complot contra el partido en el poder.

La llegada al poder del AKP en 2002, que ganó las legislativas del pasado junio y va ya por su tercera legislatura, levantó ampollas en una parte de la opinión pública y el ejército, que temían que el Estado perdiera su carácter laico.

El laicismo es uno de los principios fundacionales del Estado turco moderno creado por Mustafá Kemal Atatürk en 1923.

El año pasado, escudándose en las investigaciones por presunto complot antigubernamental, los miembros civiles del Consejo Militar Supremo, en particular el primer ministro, modificaron la rutina habitual de las promociones.

Sin llegar a imponer sus decisiones a los militares, esos miembros civiles se negaron a promocionar a los implicados en casos de complot. El resultado fue un retraso inhabitual en el nombramiento del actual jefe de Estado Mayor.

Desde su llegada al poder, el AKP se ha enfrentado en varias ocasiones al ejército turco, antaño intocable, para reducir su influencia en la vida política. Por el momento, el Gobierno siempre ha salido victorioso de cada choque.