La nutricionista de la Universidad San Sebastián, Paulina Contreras, llamó a prevenir el colesterol alto en los niños mediante la alimentación saludable y de esa manera evitar alteraciones cardiovasculares y riesgos de infarto.

La especialista precisó que el peligro se presenta cuando el colesterol se deposita en las paredes arteriales, agregando que el principal grupo de riesgo son “los niños con antecedentes familiares de colesterol alto y los pequeños obesos”.

“El colesterol malo que se denomina LDL, es el que se deposita en las arterias y el colesterol bueno que se llama HDL, tiene la capacidad de remover el exceso de colesterol de los tejidos periféricos y devolverlo al hígado para su eliminación”, explicó la académica de Nutrición y Dietética de la USS.

Para evaluar la condición de los pacientes, se consideran cifras de colesterol total en niños y adolescentes: nivel aceptable: 170 mg/dL y nivel limítrofe: 170-199 mg/dL. Mientras que el elevado es 200 mg/dl.

Si bien hay factores genéticos que inciden en esta condición, es posible inculcar en los niños hábitos alimentarios adecuados a través de una educación que conduzca a la alimentación saludable y que promueva la actividad física. Y así controlar la situación para que no se vuelva una constante en la vida adulta, explicó Paulina Contreras.

La profesional aconsejó a los niños realizar actividad física durante 30 a 60 minutos diariamente y promover el consumo de alimentos de bajo contenido de colesterol y grasa.

“No limitar el consumo de lípidos del niño si tiene menos de dos años de edad porque ellos la necesitan para su crecimiento y desarrollo. Después de los dos años, se debe comenzar a consumir menos calorías grasas”, agregó la nutricionista de la USS.

Contreras hizo recomendaciones alimentarias saludables, tales como productos lácteos bajos en grasa; consumo diario de verduras y frutas; carne magra de vacuno: posta rosada, posta negra, asiento (2 veces por semana); carnes blancas: aves, pavo, pescado; huevos: 3 unidades a la semana; consumo de leguminosas dos veces por semana; aceite de canola, pepita de uva, maravilla; frutos secos: almendras, nueces (consumo moderado), y cereales integrales.

EVITAR

En tanto, evitar productos de pastelería; piel del pollo y pavo; carnes altas en grasa (cazuela, plateada, sobrecostilla, carne molida corriente, carne de cordero y otras).

Evitar también, embutidos, ya sea vienesas, longanizas, mortadela, salame, paté; tampoco lácteos elaborados con leche entera; quesos mantecosos, chanco, Gouda; igualmente dejar de lado las vísceras: hígado, sesos; cremas de leche, mantequilla, manteca, frituras y comida chatarra.

La nutricionista también recomendó controlar el tamaño de las porciones de alimentos, no usar la comida como recompensa, conocer lo que su hijo come en el colegio.

Entre las colaciones saludables para el colegio aconsejó la leche semidescremada, yogurt semidescremado, fruta, sándwich elaborado con pan integral, entre otras opciones.