El velocista jamaicano Usain Bolt firmó su mejor marca del año este viernes, con un crono de 9 segundos y 88 centésimas, en los 100 metros de la reunión de atletismo de Mónaco, la décima etapa de la Liga de Diamante, en la que reapareció el australiano Steven Hooker.

Bolt parecía que iba a perder a mitad de la carrera que disputó este viernes, pero logró imponerse con una gran aceleración en los últimos 50 metros, mientras que su compatriota y principal rival en Mónaco, Nesta Carter, no logró mantener el ritmo y se quedó a dos décimas de la victoria.

“Pensé que lo alcanzaba, pero en los últimos veinte metros fallé”, reconoció Carter, aludiendo a su compatriota Bolt, el vencedor de la noche.

“Pero puedo sacar confianza de esta buena carrera y esperar la próxima cita”, abundó Carter, que quedó por detrás de Bolt, pero por delante del estadounidense Michael Rodgers, se quedó con la tercera posición (9.96) en Mónaco, mientras que otro jamaicano, Michael Frater, fue cuarto (10.01).

Bolt reconoció que no estuvo bien este viernes, pero se mostró confiado en su capacidad de mejora.

“Entré en la carrera pero no la ejecuté bien. Tengo que trabajar duro y concentrarme”, dijo Bolt tras su tercera y última final de unos 100 metros antes del Mundial de Daegu (Corea del Sur), que tendrá lugar entre los próximos 27 de agosto y el 4 de septiembre.

“Estoy casi al 100% al final pero tengo que trabajar en la primera mitad”, adujo, antes de señalar que aún puede ir más rápido. “Tengo tiempo antes del Mundial y seguiré haciéndolo lo mejor que pueda”, añadió.

El jamaicano llegó a tierras del Principado de Mónaco avisando de que no lograría estar al nivel competitivo que le llevó a firmar su récord del mundo (9 segundos y 58 centésimas) después de haber comenzado hace relativamente poco su temporada de 2011, tras un año 2010 marcado por una lesión de espalda.

Si Bolt demostró que se encuentra en la vía que podría llevarle a la gloria, el australiano Steven Hooker, vigente campeón olímpico y del mundo de salto de pértiga, sólo se quedó en una marca de 5,45 metros en el que era su regreso a la competición este año, después de ocho meses de ausencia por una lesión.

En la prueba de salto con pértiga brilló el francés Renaud Lavillenie, que firmó un registro de 5,90 metros, logrando la mejor marca del año, lejos del resultado del australiano.

Antes de que el público monegasco celebrara ese registro del francés, también aplaudió el rendimiento de los kenianos, en presencia del Príncipe Albert II y de la Princesa Cherlene.

Porque David Rudisha firmó la mejor marca del año en los 800 metros, con un registro de 1 minuto, 42 segundos y 61 centésimas, sacando medio segundo de ventaja a su compatriota Asbel Kiprop, mientras que Silas Kiplagat hizo lo propio en el 1.500.

En esa prueba, Kiprop firmó un crono de 3 minutos, 30 segundos y 47 centésimas, y confirmó su estatus de favorito al título antes del Mundial.

Al margen de los kenianos, una atleta africana, la botsuanesa Amantle Montsho, selló la mejor marca del año en los 400 metros, con un crono de 49 segundos y 71 centésimas.