Los precios del petróleo terminaron en neta baja este lunes en Nueva York y Londres, presionados por los temores que rodean a la crisis de la deuda en Europa y del consecuente fortalecimiento del dólar.

En el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de West Texas Intermediate (designación del “light sweet crude” negociado en EEUU) para entrega en agosto terminó en 95,93 dólares, en descenso de 1,31 dólares en relación al viernes.

En el Intercontinental Exchange de Londres, el Brent del mar del Norte para entrega en setiembre perdió 1,21 dólares, terminando en 116,05 dólares.

“Los inversores están nerviosos, se precipitan sobre el oro, la plata, huyen del petróleo”, constató Phil Flynn, de PFG Best Research.

Los inversores se inquietan por la demanda de energía, en momentos en que las perspectivas de la economía global se ensombrecen por los problemas de deuda soberana a ambos lados del Atlántico.

El mercado petrolero se ve afectado “por los temores de los inversores por los problemas de las deudas, ya sea por los fracasos en las pruebas de resistencia de los bancos en Europa, o por el bloqueo de las negociaciones en Estados Unidos”, sobre el incremento del límite legal de la deuda federal, explicó Andy Lipow, de Lipow Oil Associates.

En Estados Unidos, a dos semanas de la fecha límite del 2 de agosto, no se vislumbra un acuerdo entre demócratas y republicanos para abrir la vía a un aumento del límite de la deuda pública, a fin de evitar una cesación de pagos del Estado federal.

Los resultados de los tests de resistencia realizados por los bancos europeos publicados el viernes no tranquilizaron sobre un sector que continúa sufriendo por el atentismo de los líderes de la zona euro ante la crisis griega. Un cumbre extraordinaria está prevista para el jueves, destinada a encontrar una solución acorde con el objetivo de aliviar la deuda griega.

Esas consideraciones pesaron principalmente sobre el euro, beneficiando por contrapartida al dólar, cuando los inversores se refugian en activos considerados más seguros, en primer lugar los metales preciosos.

Un fortalecimiento del dólar afecta en general a los activos cotizados en la divisa, encareciendo su costo para los inversores que cuentan con otras monedas.

La onza de oro alcanzó sin embargo un nuevo techo histórico, sobre 1.600 dólares, en las operaciones al contado.