Otro reactor nuclear más se va a detener en el centro-oeste de Japón por un problema técnico, anunció este sábado una compañía eléctrica, lo cual agravará la insuficiencia de corriente en el país.

Kansai Electric Power, encargada de aprovisionar el centro-oeste del archipiélago, incluyendo las metrópolis de Osaka, Kobe y Kyoto, anunció que va a detener el reactor n°1 de su central de Ooi, debido a una caída de presión temporal en un depósito auxiliar.

La cuba contiene ácido bórico, destinado a ser inyectado en el corazón del reactor para ralentizar el fenómeno de fisión nuclear en caso de emergencia.

La empresa aseguró que no se ha observado ninguna fuga radioactiva.

Añadió que ignoraba cuándo podrá relanzar el motor, de 1,18 millones de kilovatios y que genera un 4% de la electricidad producida normalmente por la compañía.

Con esta nueva suspensión, solo 18 de los 54 reactores repartidos por todo el archipiélago seguirán funcionando.

Otros muchos fueron detenidos como consecuencia del sismo o el tsunami del pasado 11 de marzo. Otros más, en mantenimiento, no han sido conectados por precaución después del accidente de Fukushima Daiichi (noreste), el peor desde Chernóbil en 1986, que provocó la evacuación de más de 80.000 personas y la contaminación radioactiva de la atmósfera, el suelo y el agua de la región.

Ante la caída de la producción eléctrica, las autoridades japonesas ordenaron a las empresas y administraciones de la región del Tokio y noreste una reducción de hasta el 15% de su consumo de corriente, con el fin de evitar cortes en verano, en pleno uso masivo de sistemas de aire acondicionado.

En la región cubierta por Kansai Electric Power, los clientes fueron invitados simplemente a reducir de forma voluntaria su uso de electricidad.

Con el fin de subir su producción, las compañías niponas reforzaron la capacidad de sus centrales térmicas a base de gas, carbón o petróleo.

El primer ministro Naoto Kan (centro izquierda) declaró el miércoles que Japón debería tender a prescindir de la energía nuclear, que representaba casi un 30% de la producción eléctrica nacional antes de Fukushima.