El jugador de la selección argentina Carlos Tévez evocó su niñez en un barrio marginal de Buenos Aires y aseguró que si no fuera por el fútbol estaría muerto, en prisión o consumido por las drogas, en una entrevista publicada este viernes por un medio local.

“Si no fuera por el fútbol hubiera terminado como muchos chicos de mi barrio, estaría muerto o en ‘cana’ (prisión) o tirado en la calle por ahí, drogado”, dijo el atacante a la revista La Garganta Poderosa, publicación que difunde actividades sociales y culturales de las “villas miseria”de Buenos Aires.

Tévez, de 27 años, nació y se crió en el barrio Ejército de los Andes, un conglomerado de edificios sociales y casas de clase baja ubicado en la periferia oeste de Buenos Aires que ganó el nombre popular de “Fuerte Apache”debido a su entorno de marginación y extrema inseguridad donde viven apiñadas miles de personas.

“Nadie habla de que la mayoría de la gente (de Fuerte Apache) se va a trabajar a las seis de la mañana. Los medios informan sin saber lo que ocurre en nuestros barrios, ellos no podrían vivir ni dos años como vivimos los ‘villeros’”, dijo sobre su barrio al que visita cada vez que está en Buenos Aires.

Su estilo frontal, sincero y llano dentro y fuera de la cancha hicieron de Tévez el ‘jugador del pueblo’ y su nombre fue coreado por decenas de miles en las narices del entrenador de la selección Sergio Batista cuando su convocatoria a la Copa América-2011 aún estaba en juego.

“Yo pienso que nadie nace para ser ‘chorro’ (ladrón) y que toda esta desigualdad hace que muchos pibes salgan a robar”, dijo sobre la situación social en Argentina, donde la pobreza golpea a uno de cada cuatro habitantes, según estudios privados.

“Son pocos los que llegan a triunfar como futbolistas y en la pobreza se hace difícil vivir, ya que uno puede caer en la plata fácil, yo fui tocado por la varita mágica”, afirmó.

El futbolista del Manchester City (Inglaterra) reinvindicó en la entrevista las oportunidades de formación y trabajo para los jóvenes pobres.

“Ahí está el problema al que debemos apuntar y así lograr que haya trabajo, educación, para que los pibes tengan la oportunidad de tomar otro camino. En el ‘Fuerte’, como en el resto de las villas, hay droga y también muerte, pero eso pasa por algo, no es casualidad, y nadie piensa por qué pasa eso”, dijo.