La justicia serbia lanzó el viernes una orden de captura internacional contra una Croata con pasaporte argentino, Nada Sakic, sospechosa de genocidio y crímenes de guerra cometidos durante la Segunda Guerra Mundial en el campo de concentración Jasenovac (en Croacia).

Nada Sakic posee un pasaporte argentino y estaría actualmente en Argentina, según los antecedentes recabados por la justicia serbia.

Sakic vivió en Argentina hasta 1998, cuando fue extraditada con su esposo Dinko a petición de la justicia croata. Pero a inicios de 1999, Nada Sakic fue liberada, por falta de pruebas.

Sin embargo, según la agencia nacional croata Hina, Nada Sakic vivía en Zagreb y murió el le 5 de febrero pasado. Esta información no fue confirmada por las fuentes independientes, por lo que el Gobierno decidió lanzar la orden de captura internacional en su contra.

“Luego de una demanda del tribunal para crímenes de guerra, el Ministerio de Justicia presentó una orden de captura internacional contra Nada Sakic, quien es sospechosa de los más graves crímenes de guerra”, declaró a la AFP Slobodan Homen, secretario de Estado serbio de Justicia, en un contacto telefónico.

Nada Sakic, de 85 años, símbolo con su difunto marido Dinko de los abusos cometidos por los ustachis, nazis croatas, durante la Segunda Guerra mundial, es acusada de haber participado en el exterminio de miles de prisioneros del campo de concentración de Jasenovac, situado a 120 km al sureste de Zagreb, por lo que la justicia serbia lleva investigándolos desde 1998.

Nada Sakic, hermana de Max Luburic, ex-comandante de todos los campos de concentración ustachis en Croacia y Bosnia, hacía parte de la Dirección de la sección de mujeres en el campo de concentración de Stara Gradiska, cerca de Jasenovac, bajo el régimen ustachi croata, aliado del III Reich, pese a tener sólo 16 años en la época.

Dinko Sakic, esposo de Nada Sakic, que comandaba el campo de concentración de Jasenovac, considerado como símbolo del terror del régimen ustachi, fue condenado a la pena máxima de 20 años en 1999 y murió en prisión en 2008.

El balance de víctimas del campo de Jasenovac es controvertido. Serbia calcula que fueron 700.000 los muertos, serbios en su mayoría, mientras el Centro Simon Wiesenthal habla de 500.000 muertos y Croacia calcula que fueron 85.000.