Un pequeño cuerno fosilizado, descubierto en un lugar inhabitual, podría poner fin a la polémica sobre la causa de la desaparición de los dinosaurios, hace unos 65 millones de años, que desde hace unos 30 años divide a los partidarios de diversas teorías.

Según un estudio publicado el martes en la revista Biology Letters de la Royal Society británica, la presencia de este cuerno de dinosaurio en una capa de las colinas de Montana (Estados Unidos) sugiere un brusco cambio climático provocado por la caída de un asteroide en la Tierra.

Durante mucho tiempo, la desaparición de los dinosaurios fue un misterio que dio lugar a todo tipo de especulaciones.

Los especialistas se limitaban a constatar que sus fósiles abundan en la era mesozoica (-248 a -65 millones de años), pero que no se encuentran otros rastros en las rocas más cercanas.

En 1980, varios científicos de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos), liderados por Luis Alvarez y su hijo Walter, descubrieron que una capa de arcilla de 65 millones de años de antigüedad contenía una fuerte tasa de iridio, un metal muy raro y casi ausente de la superficie de la Tierra… pero no en los meteoritos.

Para los investigadores, era una señal de un impacto de la colisión con la Tierra de un gran objeto llegado del espacio, que habría provocado una catástrofe ecológica que borró bruscamente del planeta a los dinosaurios, así como a numerosas especies animales y vegetales.

En marzo de 2010, 41 investigadores acusaron a un asteroide de 15 km de diámetro que cayó en Chicxulub, en la provincia mexicana de Yucatán, golpeando a la Tierra con una potencia fenomenal.

La teoría de la extinción del Cretáceo-Terciario (“KT”), muy polémica al principio, fue alimentada más tarde por numerosos estudios, que no convencieron a los defensores de la principal teoría adversa.

Si bien estos expertos no niegan la caída de ese asteroide en la época del KT, consideran que esta extinción masiva está vinculada a fenómenos volcánicos mucho más antiguos, cuyo origen se encuentra en la actual India. Después de 1,5 millones de años, esas erupciones habrían desembocado en el mismo resultado que el asteroide: un lento enfriamiento y depósitos de iridio o de otros minerales raros.

Según algunos de estos científicos, la población de dinosaurios ya habría desaparecido antes de la caída de ese asteroide en el Yucatán. La prueba sería la existencia de una capa de tres metros en los sedimentos geológicos situados bajo los del KT, y por lo tanto anteriores a ese período, en el cual jamás se descubrieron fósiles de dinosaurios.

Esto fue hasta que un equipo dirigido por Tyler Lyson, de la Universidad de Yale, encontró el cuerno frontal de un ceratops, a 13 cm bajo el límite geológico que marca el comienzo del episodio KT.

“La localización de ese dinosaurio demuestra que no existe un ‘vacío de tres metros’ en el Cretáceo y es incompatible con la hipótesis según la cual los dinosaurios (…) desaparecieron antes del impacto” del asteroide, concluye el estudio del profesor Lyson.

Sin embargo, la polémica no está definitivamente enterrada.

Los geólogos que descubrieron ese cuerno reconocen que no pueden explicar la ausencia total de fósiles en una capa de sedimentos de 125 cm depositada inmediatamente después de la caída del asteroide.