El fundador de WikiLeaks Julian Assange comparece a partir del martes en la Alta Corte de Londres para una vista de dos días destinada a examinar el recurso contra la decisión de extraditarlo a Suecia, país que lo reclama para interrogarlo por cuatro presuntos delitos de agresión sexual.

El australiano, que el domingo cumplió 40 años, siempre ha negado los cuatro supuestos delitos de agresión sexual, incluida una violación, denunciados por dos mujeres en Suecia, aunque admite haber mantenido relaciones consentidas con ambas durante una estancia en ese país en agosto de 2010.

Assange recurrió a principios de marzo la decisión dictada unos días antes por un juez de primera instancia, Howard Riddle. Este desestimó todos los argumentos de la defensa, principalmente que no tendría un “juicio justo en Suecia”.

El martes, Assange será representado por una nueva abogada, la veterana Gareth Peirce, especialista en casos de extradición y de derechos humanos.

Assange, que no está formalmente acusado en Suecia, fue detenido al final del año pasado en Londres en virtud de una orden de busca y captura europea, y tras pasar nueve días encarcelado, se encuentra desde el 16 de diciembre en libertad condicional y vive prácticamente recluido en la mansión de un amigo situada a unos 200 km de la capital.

Su detención se produjo tras el comienzo de la difusión desde 2010 en WikiLeaks y numerosos diarios de miles de cables confidenciales de la diplomacia norteamericana, así como de documentos secretos sobre las guerras de Irak y de Afganistán.

Los partidarios de Assange denuncian que el caso tiene motivaciones políticas, y que la extradición a Suecia es sólo una etapa antes de su entrega a Estados Unidos, país que ha estado estudiando durante meses la manera de acusarlo formalmente.

La decisión de la Alta Corte no debería conocerse al final de esta vista, por lo que el caso podría alargarse todavía varios meses, sobre todo cuando los abogados del ex hacker han anunciado su intención de llevarlo hasta la Corte Suprema británica e incluso la Corte Europea de Derechos Humanos.