Gran preocupación hay entre los sindicatos de trabajadores de las empresas sanitarias luego que Corfo confirmara para el próximo viernes el remate de las acciones que posee en Essval y Essbio.

Aseguran que los costos de la privatización serán pagadas por los usuarios y que la fiscalización de la Superintendencia de Sanitarias es insuficiente.

Inquietud existe entre los trabajadores de las sanitarias luego que la Corporación de Fomento de la Producción anunciara que el próximo viernes rematará el 24,4% que posee en la empresa Essval y el 38,44% de Essbio.

Este lunes Corfo anunciará el precio de la colocación de acciones, las que serán rematadas en la bolsa de comercio.

El presidente de la Federación de Trabajadores de las Empresas de Servicios Sanitarios, Hugo Maturana, afirmó que con esta decisión el Gobierno continúa haciendo oídos sordos a lo que la población quiere, ya que con esta privatización los únicos que pagarán las consecuencias son los clientes.

Opinión que comparte David Quiñilén, representante de los trabajadores de la empresa sanitaria Essbio de la Octava Región.

Una postura más radical es la del presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios, Hernán Calderón, quien aseveró que la poca fiscalización de la Superintendencia de Sanitarias hace que este tipo de empresas lucre más de lo que debiera con sus clientes.

Esta operación financiera de CORFO se suma a la que ya se hizo el 15 de junio pasado, cuando se remató el 30% de su participación en Aguas Andinas y recaudó 984 millones de dólares.