La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, inauguró este jueves el primer teleférico para transporte masivo del país en la favela Complexo do Alemao, en el norte de Rio de Janeiro, y dijo que su gobierno insistirá en la pacificación e integración de todos los barrios con las ciudades.

“El teleférico del Alemao es un símbolo de que no invertimos sólo en avenidas e hidroeléctricas, sino que también invertimos en las personas para modificar su vida diaria, porque en las estaciones los pobladores van a tener servicios públicos que antes no tenían”, dijo Rousseff durante el acto de inauguración.

“Antes, las personas pensaban en irse de aquí por el narcotráfico, la inseguridad, ahora eso está cambiando”, dijo la mandataria, asegurando que está orgullosa de haber participado en el proceso de pacificación de esta favela, que se inició a finales de 2010 con una espectacular operación militar.

Las autoridades del Estado de Rio de Janeiro, uno de los más violentos del país, iniciaron en 2008 una carrera contrarreloj para eliminar de las favelas a las milicias y a los narcotraficantes, de cara a recibir la Copa del Mundo en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016. Actualmente, una veintena de favelas ya fueron pacificadas.

La presidenta y las autoridades locales presentes en la inauguración insistieron en que la instalación de servicios públicos en las favelas va de la mano con la pacificación. Así, cada estación del nuevo teleférico cuenta con oficinas de correos, bancos, y bibliotecas.

El nuevo teleférico, que imita a los sistemas existentes en barriadas de Colombia y Venezuela, permitirá a los habitantes de la favela -ubicada en altos cerros- reducir el tiempo que invierten en sus desplazamientos y disminuir los esfuerzos que hasta ahora tenían que hacer para llegar a sus casas.

Las autoridades esperan que el sistema, que tiene 3,5 kilómetros de largo y cuenta con seis estaciones, se convierta en una alternativa de transporte para cerca de 70% de la población de esta barriada con más de 85.000 habitantes.

Además, resulta una opción para explotar el turismo social, ya que facilita el acceso a las zonas más populares.

Al final de la ceremonia de inauguración estaba prevista una conferencia de prensa con Rousseff, pero la presidenta declinó responder preguntas de los periodistas un día después de la renuncia de su ministro de Transportes, Alfredo Nascimiento, tras denuncias de corrupción.