La cotizada selección argentina en la Copa América estuvo a punto de ser una nueva víctima de la leyenda del ‘Cementerio de los Elefantes’, como se conoce al estadio de Colón (Santa Fe), donde Colombia casi la sepulta en el mismo lugar que cayeron grandes equipos como el Santos de Pelé.

Una multitud de 40.000 personas barritó furiosa al finalizar el encuentro contra un equipo argentino que volvió a defraudar como en el debut frente a Bolivia (1-1) por el Grupo A del torneo de selecciones más antiguo del mundo.

“La camiseta argentina se tiene que transpirar”, bramaban los decepcionados simpatizantes, un grito de guerra de las hinchadas de Argentina cuando sienten que su equipo no se prodigó lo necesario y una exigencia al máximo esfuerzo para cuando no aparece el juego.

Ni una cosa ni la otra, porque fracasó nuevamente la primera exigencia de la albiceleste que es poner a jugar a su constelación de estrellas liderada por Lionel Messi, secundado por jugadores de buen pie como Carlos Tevez, Esteban Cambiasso y Ever Banega.

Y cuando la circulación de balón es neutralizada, como ocurrió la noche del miércoles ante una bien plantada defensa colombiana coordinada por el experimentado Mario Yepes, debe fluir el temple y el amor propio.

“Marado, Marado”, también expresó la multitud en otro tradicional grito de guerra que salió a la luz para recordarles a los seleccionados que su ídolo Diego Maradona no ha sido olvidado ni equiparado, e indirectamente una crítica a Messi, considerado ahora el mejor jugador del planeta.

Messi, Balón de Oro 2009 y 2010, carece de compañía y choca una y otra vez contra los duros marcadores de los equipos sudamericanos, como no le ocurre en Europa con el Barça, porque con la albiceleste casi siempre debe encarar al no encontrar un compañero libre o recibir limpio el balón.

Si el mejor jugador argentino ante Colombia fue su arquero Sergio Romero, que salvó al equipo dirigido por Sergio ‘Checho’ Batista de una derrota segura, pese a contar con un plantel supermillonario con rutilantes atacantes, algo anda mal en la albiceleste.

Contra todos los pronósticos, Argentina suma sólo dos puntos en dos partidos y deberá derrotar a Costa Rica en el tercer y último choque del Grupo A para no tener que apelar a la calculadora en caso de empate y rezar para clasificar como uno de los dos mejores terceros, aunque una caída ante los ticos la dejará virtualmente afuera.

“El rival (Argentina) para mi sigue siendo candidato, hoy (por el miércoles) le vi cosas muy buenas, un equipo con mucho orden, con mucha disciplina, desequilibrante. El rival de hoy es bueno, yo no tengo dudas de que va a pasar (a cuartos) sin problemas y más arriba va a ser más difícil para todos”, dijo el técnico colombiano Hernán Dario ‘Bolillo’ Gómez.

Como muchos otros, Gómez tal vez no pueda creer que Argentina esté donde está y por historia y plantel aún tiene esperanzas de que resurja de las cenizas, pero más allá de sus dichos la realidad de la selección anfitriona es más que preocupante, porque falta el juego y también falta el temperamento.

Los hinchas esperan que Messi y sus compañeros se rediman el lunes ante la débil Costa Rica en el ‘Mario Alberto Kempes’, como se llama el estadio de Córdoba (centro) en homenaje a otro de los ídolos del fútbol local, goleador y campeón del Mundo en Argentina-1978.