La canciller alemana, Angela Merkel, instó este miércoles a los bancos de su país a que hagan un esfuerzo mayor para ayudar a Grecia, mientras que el presidente de Deutsche Bank, principal banco de Alemania, declaró que eso tendrá “consecuencias importantes” para las instituciones afectadas.

“He comprendido que nos van a tender la mano pero no voluntariamente”, dijo Merkel en un congreso bancario en Berlín, al dirigirse directamente al presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, que la había precedido en el estrado.

“Pero si quieren seguir viviendo en un país estable, tiendanosla, y tiendanosla voluntariamente”, instó.

Poco antes, Ackermann había declarado: “Propondremos algo, no porque nos guste, sino para (…) evitar una fusión nuclear”, que supondría para Europa una bancarrota en Grecia.

Los principales acreedores privados alemanes de Grecia negocian contrarreloj desde la semana pasada con el gobierno para definir la forma de su participación en un nuevo plan de ayuda a Atenas. Los dirigentes europeos han acordado que toda nueva ayuda deber contar con la participación, voluntaria, del sector privado.

Merkel repitió esta exigencia el miércoles, al considerar que es “totalmente justa e importante”. Ackermann dijo, en nombre del sector, que es “consciente de su responsabilidad”.

Pero “hablamos de consecuencias importantes”, dijo el número del Deutsche Bank, gran figura de los patronos alemanes. “Esto nos va a costar sumas consecuentes, según el modelo”.

Los representantes del sector se reunían a principios de la tarde con el ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble para proseguir las discusiones. Los europeos quieren encontrar una solución para Atenas para el domingo, una vez que el primer obstáculo, el voto favorable del Parlamento griego al nuevo plan de austeridad fue superado este miércoles.

Los bancos franceses han propuesto reinvertir inmediatamente en títulos griegos el 70% de las cantidades que reembolse Atenas cuando los títulos lleguen a su vencimiento.

Es una “solución entre otras”, dijo Ackermann el lunes.

Los bancos privados alemanes tienen invertido unos 10.000 millones de euros en títulos griegos.