El príncipe Carlos le costó al contribuyente casi un 18% más el año pasado, aunque el heredero de la Corona británica también pagó más impuestos al fisco, según las cuentas oficiales divulgadas este martes por su residencia oficial de Clarence House.

La partida de dinero público que recibe anualmente el príncipe de Gales aumentó un 17.9%, hasta los 1,96 millones de libras (3,15 M de dólares, 2,2 M de euros) en el ejercicio fiscal que concluyó el 31 de marzo, comparado con el periodo anterior.

Esta subida se debió en gran parte a la duplicación (+56%), a 1,08 millones de libras, de los gastos de los desplazamientos oficiales en avión o en tren del príncipe Carlos y de su esposa Camila, que recorrieron 54.700 kilómetros en un año en que visitaron India, así como Portugal, España y Marruecos.

Los ingresos privados del hijo de la reina Isabel II generados por el ducado de Cornualles -53.628 hectáreas de tierras que históricamente financian parte de los gastos del heredero del trono- aumentaron por su parte un 4% hasta los 17,8 millones de libras (28,4 millones de dólares, 19,9 millones de euros).

Sin embargo, el príncipe Carlos pagó también un 26,2% más de impuestos que el año anterior, 4,4 millones de libras (7 M de dólares, 4,9 M de euros).

En total, el primogénito de la reina Isabel II empleó al equivalente de 132,8 personas a tiempo completo -contra 124 el año anterior- para ayudarles a él, a su esposa y a sus hijos, Guillermo y Enrique.

Guillermo se casó el pasado 29 de abril con Catalina, y los gastos a los que el heredero tuvo que hacer frente antes del enlace explican en parte el aumento del 50% de sus gastos no oficiales hasta los 2,54 millones de libras.

La publicación de las cuentas suscitó la ira del grupo antimonárquico Republic, que criticó el modus vivendi del heredero del trono cuando el resto de los británicos están sometidos a duras medidas de rigor.

“El gasto de Carlos se está descontrolando. ¿Por qué diablos siguen financiando los contribuyentes su fastuoso estilo de vida cuando se están recortando los servicios públicos?”, se interrogó su portavoz, Graham Smith, pidiendo una auditoría parlamentaria sobre sus cuentas.