Con el recuerdo de la espina que le clavó España cuando estuvo a un paso de avanzar a las semifinales del Mundial de Sudáfrica-2010, Paraguay se dispone a encarar la Copa América Argentina-2011 con la mente puesta en ganarla, en busca de su tercer título sudamericano.

Los albirrojos guaraníes, dirigidos por el argentino Gerardo ‘Tata’ Martino, no ocultan su deseo de tomarse el desquite de aquel partido por los cuartos de final de la Copa del Mundo, donde los ibéricos clasificaron a la penúltima ronda, una hazaña que fue el preludio de la conquista del codiciado trofeo.

Por eso los paraguayos, impulsados por esa buena presentación mundialista, piensan en la Copa América como el segundo capítulo de una historia inconclusa, que pretenden acabar como en 1953 y 1979, cuando se quedaron con el título.

La albirroja es, según el propio seleccionador de Brasil, Mano Menezes, el rival “más difícil” que encontrará la ‘verdeamarela’ en su camino.

Además de Brasil, el campeón defensor, Paraguay enfrentará en el Grupo B de la Copa América a Ecuador y Venezuela.

Paraguay es uno de esos equipos incómodos para los rivales por su aplicada táctica, una combinación de fortaleza en defensa con un ataque veloz, que privilegia el contragolpe y el juego aéreo.

Paraguay recurre normalmente a dos esquemas tácticos: el clásico 4-4-2 y el preferido de Martino, el 3-5-2.

Se trata de un equipo ordenado, que defiende en bloque, cerrando todos los espacios y que por su velocidad, al desdoblarse en ataque, crea constante peligro en el área de su adversario.

Víctima típica de su juego fue Italia en el debut de ambos seleccionados (1-1) en Sudáfrica-2010.

La escuadra ‘azzurra’, que defendía el título de Alemania-2006, no se recuperó de aquella magra presentación (fue eliminada en primera fase), desgastado por la fuerza, el sacrificio, la sorpresa y efectividad de los cabeceadores guaraníes.

El balance o equilibrio para jugar indistintamente en ofensiva o a la ‘retranca’, adjudica al elenco de Martino la posibilidad de obtener buenos y notables resultados.

Selección difícil y tradicionalmente complicada, Martino consiguió acostumbrar a sus futbolistas a la abnegación extrema, a la lucha durante los 90 minutos, pero les inculcó también la habilidad y velocidad, factores que desacomodan a los equipos que lo enfrentan.

Sus rivales deben apelar a un doble y desmesurado esfuerzo para abatirlo.

Básicamente, el equipo paraguayo no se aparta de sus particularidades naturales, aplomo y versatilidad.

Positivo o no, el cuadro guaraní no cuenta con un jugador desequilibrante, como les sobra a Argentina o Brasil, pero en conjunto el equipo es capaz de resolver y suplir esa falencia.

En su rendimiento dispar, Martino suele en ocasiones echar mano a un equipo ofensivo que destruye rivales hasta poder golearlos, o armar un cuadro conservador, áspero, básicamente defensivo.

Para algunos especialistas, Martino echó a andar un plan de renovación del plantel con miras a las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Brasil-2014.

Antiguos gladiadores de los Mundiales, ‘intocables’ hasta Sudáfrica-2010, quedaron fuera de la convocatoria para dar paso a nuevas promesas, una apuesta de Martino, hasta ahora un hábil cazador de talentos.

Es así que quedaron fuera Aldo Bobadilla (arquero), Julio César Cáceres (defensa central), Carlos Bonet (lateral derecho), Denis Caniza (defensa polifuncional), Claudio Morel Rodríguez (lateral izquierdo) y Rodolfo Gamarra (delantero), entre otros.