De Maradona a Ronaldo, de Di Stéfano a Pelé, de Francescoli a Valderrama, la Copa América escribió sus casi cien años de historia con el aporte de grandes futbolistas, cuyo paso quedó marcado en las canchas sudamericanas y en el recuerdo de los fanáticos.

Infinidad de jugadores delinearon en el certamen su personalidad y se dieron a conocer al gran público, mientras escribían nuevos capítulos de un torneo que Argentina recibirá en su cuadragésima tercera edición entre el 1 y el 24 de julio.

Los vecinos del Río de la Plata, Argentina y Uruguay, junto con Brasil fueron los que más aportaron al caudal de la Copa, que en sus balbuceantes inicios recibió el nombre de Campeonato Sudamericano.

Así, en la lista de los hombres que marcaron a fuego el torneo aparecen el uruguayo Héctor Scarone, considerado el mejor jugador del mundo en la década de 1920 e integrante del plantel celeste que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928 y el Mundial de 1930.

También brilla con luz propio el argentino Julio Libonatti, goleador de la edición de 1921 y primer jugador sudamericano transferido a Europa, precisamente al Torino de Italia.

El brasileño Arthur Friedenreich, primer futbolista mulato de su país, nacido en 1892 en Sao Paulo, fue otro de los jugadores que marcó la Copa .

Durante su larga carrera el ‘Tigre’ Friedenreich marcó 554 goles en 591 partidos para convertise en el primer gran mito del fútbol auriverde.

Al avanzar el siglo y con el Sudamericano extendido a más países tocó turno a Perú, que entregó al Olimpo de la Copa un goleador de raza, Teodoro ‘Lolo’ Fernández, autor de 15 dianas a lo largo de seis participaciones.

El brasileño Zizinho, el genio que inspiró a Pelé, el argentino José Manuel ‘Charro’ Moreno, considerado el mejor futbolista albiceleste antes de Diego Maradona, y el uruguayo Obdulio Varela, un prodigio de fueza física y temple, contribuyeron de diferente manera a engrandecer la historia de la Copa.

Después llegó el también argentino Alfredo Di Stéfano, la ‘Saeta Rubia’, que durante años brilló en el Real Madrid integrando una gran delantera con Raymond Kopa, Ferenc Puskas, Rial y Francisco Gento, y el brasileño Didí, campeón mundial en Suecia-1958 y Chile-1962.

Cerebral y elegante, Didí fue el inventor de la llamada ‘folha seca’ (hoja seca en traducción literal), una forma particular de pegarle al balón para provocar que éste descendiera abruptamente.

Aunque nunca pudieron ganar la Copa, Pelé y Maradona no escaparon a su embrujo y también la disputaron, así como los colombianos Willington Ortíz y Carlos ‘el Pibe’ Valderrama, el peruano Héctor Chumpitaz, el paraguayo Julio César Romero, el uruguayo Enzo Francescoli y el artillero argentino Gabriel Batistuta.

El brasileño Ronaldo, recientemente retirado, también dejó su marca en el torneo así como sus compatriotas Roberto Carlos y Romario o el mexicano Luis Hernández, ‘el Matador, un empedernido artillero que a fines de siglo pasado se abrió paso a fuerza de goles.

El nuevo capítulo de la Copa América que se escribirá en Argentina tiene otros protagonistas, muchos de los cuales de primer nivel, pero dos de ellos, el argentino Lionel Messi y el brasileño Neymar, se roban los papeles principales antes de subir el telón de la próxima edición del torneo.