River Plate, el club con más títulos locales en el fútbol argentino, recibirá el domingo al modesto Belgrano de Córdoba, con la obligación de ganar por dos goles de diferencia para evitar caer a la segunda división por primera vez en sus 110 años de historia.

Dueño de 44 títulos en el ámbito local, 2 copas Libertadores y una Intercontinental, River está a un paso de perder la categoría.

El equipo ‘millonario’ deberá revertir la derrota por 2-0 que sufrió en la ida ante Belgrano en la serie de repesca por la permanencia a la que llegó por su bajo promedio en las últimas tres temporadas.

Considerado como uno de los clubes más prestigiosos en el plano internacional, el club de la banda roja está muy cerca de unirse a otros grandes del mundo que en su momento sufrieron el descenso, como Atlético Madrid (España), AC Milan y Juventus (Italia), y Liverpool y Manchester United (Inglaterra).

Incluso el estelar Diego Maradona, hincha de Boca Juniors, el enemigo acérrimo de River, expresó que “sería feo que River se vaya a la B. River es un grande”.

“Me sorprendió lo de Belgrano, pero más sorpresivo fue meter chicos (poner a jugar juveniles) en un momento tan delicado” dijo Maradona al criticar el planteo de River en el primer partido de repesca.

El humilde Belgrano, a su vez, se clasificó por estar en el cuarto lugar de la tabla de la Primera B Nacional, la segunda división del fútbol argentino, que ya permitió los ascensos de Atlético Rafaela y Unión, ambos de la provincia de Santa Fe.

La otra serie de repesca la animarán Gimnasia La Plata, que viene de condenar al descenso a Huracán en un desempate, y todavía debe revalidar su plaza en primera, y San Martín de San Juan.

El encuentro que definirá el futuro de River se disputará desde las 15H00 locales (18H00 GMT), con el marco de un importante operativo de seguridad en el estadio Monumental, que en los últimos días ya fue escenario de incidentes provocados por los hinchas ‘millonarios’.

Unos 2.000 policías tratarán de prevenir incidentes, sobre todo en caso de que River no consiga revertir el resultado negativo de la ida.

La posibilidad de descender encendió el enojo de cientos de fanáticos, como los que invadieron la cancha en medio del partido de ida con Belgrano para increpar a los propios jugadores de River, además de empujar al zaguero paraguayo Adalberto Román, que cometió un penal infantil en ese partido y, por estar suspendido, no jugará el desquite.

Ante semejante panorama, el ‘Káiser’ Daniel Passarella, ex jugador, DT y ahora presidente de River, decidió tomar el control y acompañar al equipo en la concentración, y apoyar al entrenador Juan José López, seriamente cuestionado por los cambios y planteos que dispuso en los últimos partidos.

En lo estrictamente deportivo, López deberá introducir variantes ante las bajas por suspensión de Román, Paulo Ferrari, y sobre todo, de Matías Almeyda, que a los 37 años se había convertido en uno de los referentes y bastiones anímicos del equipo.

Uno de los cambios será el ingreso del lateral uruguayo Juan Manuel Díaz.

Del otro lado, Belgrano ya desembarcó en Buenos Aires con la tranquilidad de haber logrado un excelente resultado en la ida y a sabiendas de que le bastará incluso con perder por un gol para volver a primera división.