La factura de los seis primeros meses de ataques aéreos británicos en Libia rondará los 260 millones de libras (415 millones de dólares, 290 millones de euros), estimó el jueves el ministro británico de Defensa Liam Fox, un coste más importante que lo inicialmente previsto.

En una declaración escrita a los diputados, Fox dijo que al coste de las operaciones de la Royal Air Force (RAF), de “en torno a unos 120 millones de libras”, se sumaban otros 140 millones correspondientes “al reemplazo de los misiles y otras municiones si las operaciones continúan al nivel actual”.

Una coalición integrada por Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, avalada por una resolución de la ONU, inició los bombardeos el 19 de marzo para proteger a la población civil amenazada por la represión de las fuerzas del coronel Muamar Gadafi a una revuelta sin precendentes en 42 años de poder.

La OTAN, que asumió el mando de las operaciones a finales de ese mes, prolongó recientmente la campaña hasta septiembre.

El primer ministro británico, David Cameron, reafirmó esta semana que el Reino Unido tiene recursos suficientes para mantener la misión militar en Libia por “tanto tiempo como sea necesario”.

Interrogado por el coste de la misión en épocas de rigor presupuestario, el ministro británico de Finanzas, George Osborne, predijó que sería “modesto” comparado con las operaciones en Irak o en Afganistán.