El jefe de Estado afgano, Hamid Karzai, consideró el jueves una “buena medida” el anuncio hecho por el presidente Barack Obama del comienzo del retiro de las tropas norteamericanas de Afganistán, que los talibanes calificaron inmediatamente de sólo “simbólico” e “insuficiente”.

Los rebeldes islamistas, que han ganado terreno y han intensificado las acciones en los últimos años, han afirmado siempre que el retiro total de todas las “fuerzas extranjeras de ocupación” es una condición previa para toda negociación de paz.

Pero los talibanes no evocaron el jueves en su comunicado el anuncio hecho recientemente por el gobierno de Kabul y por Estados Unidos de la existencia de contactos “preliminares” con los norteamericanos con vistas a realizar negociaciones.

Obama anunció el jueves el retiro de aquí a mediados de 2012 de un tercio de las tropas norteamericanas que se encuentran en Afganistán, es decir 33.000 militares, 10.000 de los cuales partirán este año. La decisión se justifica, según el presidente estadounidense, por los reveses sufridos por Al Qaida diez años después de la invasión del país.

“Saludamos hoy el anuncio hecho por el presidente de Estados Unidos”, dijo Karzai ante la prensa en kabul.

“Consideramos que es una buena medida para ellos y para Afganistán, y la apoyamos”, agregó.

En un comunicado, los talibanes consideraron, en cambio, “este anuncio de retiro de 10.000 hombres este año como un acto únicamente simbólico que no va a satisfacer ni a la comunidad internacional ni al pueblo norteamericano, cansado de la guerra”.

Los talibanes reiteraron que sólo un “retiro inmediato de Afganistán de todas las fuerzas internacionales” permitirá poner fin al conflicto, y prometieron que sus combates “van a intensificarse aún más”.

Acusaron asimismo a Estados Unidos de haber “dado varias veces falsas esperanzas de terminar la guerra a su nación, anunciando una victoria sin ningún fundamento”.

Los talibanes denunciaron asimismo la “falta de respeto” de Obama respecto a quienes reclaman el fin del conflicto, y denunciaron la actual negociación entre Washington y Kabul de un acuerdo de asociación estratégica a largo plazo, una alianza que, según los rebeldes, sólo puede alimentar el conflicto.

Los efectivos que serán retirados de Afganistán hasta mediados de 2012 corresponden a los refuerzos que Obama decidió enviar en diciembre de 2009.

Según él, esos refuerzos cumplieron su misión de romper el avance de los talibanes y de impedir a Al Qaida implantarse nuevamente.

Esta explicación no es compartida por numerosos expertos, quienes sostienen, por el contrario, que la rebelión ganó terreno en los últimos años, multiplicó sus acciones y se extendió en todo el país, incluso en Kabul y en zonas que hasta entonces habían quedado al margen de los combates.

Entre tanto, en la base avanzada de Sabari (este), el anuncio del retiro de tropas hecho por Obama no conmueve a los soldados norteamericanos, que no esperan una partida rápida y prefieren seguir concentrándose en su misión.

“Debemos volver en enero próximo. Después ¿quién sabe? Para nosotros esto no cambia gran cosa”, estimó el sargento Eric Schenk.

“Hice ya un año en Afganistán en 2003, después estuve en Irak. Cuando me volvieron a enviar aquí, me dije: ‘¿Ah sí, no habíamos ganado ya esa guerra?’ Pero hay todavía muchos combates que librar aquí”, declaró.