Pese a que los cetáceos suelen ser amistosos con los seres humanos, las belugas tienen fama de ser animales especialmente reacios al contacto con las personas. Por eso, cuando dos de ellas fueron capturadas la semana pasada como parte del delfinario de Utrish, los científicos supieron de inmediato que domarlas sería todo un desafío.

Sin embargo Natalia Avseenko, una submarinista de 36 años tuvo una idea tan innovadora como temeraria: lanzarse a nadar desnuda junto a los animales en las gélidas aguas del círculo ártico.

Los investigadores piensan que las belugas, debido su sensibilidad especial, rechazan ser tocadas por materiales artificiales como las telas en los trajes de buzo, de ahí que Avseenko pensara que si se reunía con ellas desnuda, tuviera mayores posibilidades de congeniar.

Y al parecer su estrategia tuvo éxito, ya que los cetáceos no sólo se acostumbraron a su presencia, sino que nadaron con ella, detalla el diario británico Daily Mail.

La temeraria científica desafió aguas de -1.5ºC, que una persona promedio soporta por no más de 5 minutos antes de sucumbir a los efectos de la hipotermia. Sin embargo, Avseenko es una practicante de yoga experta, afirmando que gracias a sus técnicas de meditación y control corporal logró permanecer nada menos que 10 minutos y 40 segundos bajo el hielo.

Viktor Lyagushkin | KNS News

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