Molestia provocó al interior del Gobierno el anuncio de la ministra de Defensa de Bolivia de emitir una queja mediante Cancillería por un supuesto trato como “delincuentes” de los 14 militares de ese país detenidos tras cruzar la frontera de manera ilegal.

El Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, dijo que otros ciudadanos bolivianos acusaron a estos soldados de robo con intimidación, por lo que se siguieron los procedimientos que dicta la ley chilena.

El secretario de Estado además hizo hincapié en “la falta de información de la ministra de Defensa Bolivia al decir que en nuestro país recibieron un trato inapropiado para los hechos en que les correspondió participar a estos militares”.

Añadió que durante todo el tiempo que estos hombres estuvieron en Chile, contaron con asistencia médica, vestuario y alimentación. “El propio Cónsul de Bolivia en Iquique tuvo palabras de elogio para el Ministerio Público, la Defensoría Penal y Gendarmería”, manifestó el ministro.

Es un poco desconcertante que tras las felicitaciones ahora se critique, concluyó Hinzpeter.

Lo anterior luego de que la ministra de Defensa Boliviana, Cecilia Chacón, reprochara el trato hacia los militares detenidos.

La autoridad del vecino país anunció que también se pedirá a las autoridades de Chile la devolución de las armas que confiscaron a los militares.

La captura de los militares bolivianos armados provocó, inicialmente, una queja formal de la Cancillería de Chile, a la que Bolivia respondió el sábado con la explicación de que los militares cumplían funciones en la lucha contra el contrabando de vehículos.

Desde la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el PPD, Eugenio Tuma rechazó las acusaciones, afirmando que la Cancillería boliviana debería pedir disculpas.

Tuma agregó que el Gobierno no puede asegurar que las policías chilenas tuvieron una actitud abusiva, ya que los militares bolivianos fueron sorprendidos “in fraganti” en los delitos de porte armas y receptación.