Los descomunales disturbios producidos en la ciudad canadiense de Vancouver la semana pasada tras un partido de hockey siguen dando que hablar.
Y esto no sólo por los cerca de 5 millones de dólares en daños y los primeros procesos judiciales a los responsables, sino por la violencia en las escenas captadas en video.
En estas dos secuencias se aprecia cómo la turba, tras detener un auto BMW M3, comienza a destruirlo e incluso intenta incendiarlo.
Sin embargo los vándalos no contaban con la fiera oposición de su conductora, que pese a ser sobrepasada en número y en contextura, no dudo en lanzarse contra cada uno de los atacantes.
Una labor inútil desafortunadamente, debiendo observar con impotencia cómo su automóvil era despedazado.
http://youtu.be/Q4lIKVOc6Ck
http://youtu.be/9bw9Rg7yp2Q