El gobierno boliviano dijo este domingo que “está resuelto” el incidente del viernes en Chile, donde fueron detenidos 14 militares portando armas, pues La Paz explicó que ingresaron por error en tareas anticontrabando y pidió el retorno de los uniformados.

El vicecanciller boliviano Juan Carlos Alurralde informó que tanto el canciller David Choquehuanca como su persona recibieron en los últimos dos días llamadas telefónicas de sus pares, el ministro Alfredo Moreno y su viceministro Fernando Schmidt.

Dijo que ellos “han entendido esto, está absolutamente resuelto y entendido en las instancias más altas” de la diplomacia chilena, señaló Alurralde, durante una entrevista concedida a la red de medios estatales de difusión.

Alurralde detalló que se explicó a las autoridades chilenas que los militares se encontraban en la frontera, del lado boliviano, realizando tareas de lucha contra el contrabando de automóviles, que son ingresados por rutas furtivas desde Chile, tras ser desembarcados en los puertos de Arica e Iquique, sobre el océano Pacífico.

El canciller Moreno, quien había cursado un reclamo diplomático por el incidente, “comprendió inmediatamente, interpuso sus buenos oficios para que esto se resuelva por la vía diplomática”, aseguró Alurralde.

En tanto, la ministra de Defensa, Cecilia Chacón, dijo en la misma entrevista que los militares bolivianos “incursionaron involuntariamente en territorio” chileno, pues -dijo- hay poca claridad de las líneas limítrofes entre los dos países que comparten una frontera común de 975 km.

Sobre las versiones de que los militares bolivianos ingresaron a Chile para robar automóviles, la ministra Chacón explicó que los uniformados estaban en poder de dos automotores, que fueron decomisados en Bolivia y estaban siendo trasladados a la Aduana de Bolivia.

Por ello, declaró que “confiamos que las autoridades chilenas el día de hoy (domingo) darán curso a la liberación de nuestros efectivos y en los días siguientes la devolución del equipamiento y resto de material incautado”.

Los militares bolivianos fueron detenidos el jueves por carabineros chilenos, quienes los entregaron a un juez local en el poblado de Colchane, unos 2.000 km al norte de Santiago, quien definirá el destino de los uniformados, para quienes la fiscalía pidió la expulsión.