Una veintena de legisladores estadounidenses escribieron al presidente Barack Obama el viernes para cuestionar el reciente uso de una máquina para firmar usada para promulgar una importante ley durante un viaje del mandatario al extranjero.

El 26 de mayo el Congreso renovó la ley antiterrorista Patriot Act hasta el año 2015. La ley anterior expiraba a la medianoche y la renovación debía imperativamente ser promulgada antes de ese plazo, a fin de no privar a los investigadores de herramientas como las escuchas telefónicas o la vigilancia de los e-mails.

Pero ese día, Obama estaba de viaje en Francia.

Por eso, el mandatario ordenó el uso de un “Autopen”, una máquina que reproduce en forma automática la firma manuscrita de una persona en todo tipo de documentos, y que en el caso de Obama puede ser operada por funcionarios de la Presidencia.

Los 21 legisladores, todos republicanos, escribieron al presidente pidiéndole que vuelva a firmar la ley.

“Señor presidente, está claro que la responsabilidad de ofrecer un sustituto para promulgar las leyes aprobadas por el Congreso es objeto de debate, y puede ser impugnada en los tribunales”, señalaron.

Para usar este mecanismo, la Casa Blanca se basó en un documento de 2005 de la oficina de abogados del gobierno que estima que la promulgación de leyes mediante la firma por “autopen” es constitucional.

Pero los republicanos apelan al artículo I, sección 7 de la Constitución de Estados Unidos: “Todo proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes y el Senado, deberá, antes de que se convierta en ley, ser enviado al presidente de Estados Unidos. Si lo aprueba, lo firmará, si no, lo devolverá”.