Altos funcionarios chinos corruptos robaron o malversaron más de 123.000 millones de dólares en veinte años, según una investigación del Banco central chino publicada esta semana.

Entre 16.000 y 18.000 cuadros del gobierno o de firmas estatales huyeron al extranjero o simplemente desaparecieron después de haber recibido sobornos por un monto total estimado en 800.000 millones de yuanes (123.700 millones de dólares, 87.500 millones de euros), indica el informe del banco.

Los más altos funcionarios que se apropiaron de las cantidades más importantes de dinero huyeron hacia países desarrollados, como Estados Unidos, Canadá o Australia, mientras que los de menor rango optaron por países más cercanos, como Rusia o Tailandia.

Hong Kong, región administrativa especial, fue utilizada a menudo por los funcionarios corruptos como puerta de entrada hacia los países de la Commonwealth. Otros pasaron por países africanos o latinoamericanos el tiempo necesario para obtener documentos y luego se instalaron en países occidentales.

Según el informe, algunos de ellos huyeron de China llevándose directamente en las maletas el dinero robado en efectivo.

Las autoridades chinas multiplicaron las medidas contra la corrupción desde el lanzamiento de las reformas económicas, hace más de 30 años, sin lograr poner fin a esa lacra.