El egipcio Ayman al Zawahiri fue nombrado sucesor de Osama bin Laden -muerto en mayo pasado en una operación comando estadounidense en Pakistán- al frente de la red islamista Al Qaida, que anunció que proseguirá la “guerra santa” (yihad) contra Estados Unidos e Israel.

“El mando general de Al Qaida anuncia, tras consultas, la designación del jeque Ayman al Zawahiri a la cabeza de la organización” indica el comunicado colgado en las webs islamistas.

Ayman al Zawahiri, de 59 años, “cerebro” y principal portavoz de Al Qaida, se convierte así en el hombre más buscado del mundo. Su cabeza vale 25 millones de dólares, según el Departamento de Estado norteamericano.

Al Qaida va a “proseguir la yihad contra los apóstatas que agreden la tierra del Islam, con Estados Unidos a la cabeza y su acólito Israel”, afirma en este texto el mando de la organización.

“Los combatiremos con todas nuestras capacidades y exhortamos a la nación (islámica) a combatirlos (…) por todos los medios posibles hasta la expulsión de todos los ejércitos de invasión de la tierra del islam y la instauración de la sharia”, la ley islámica, agrega.

En el mismo comunicado en el que nombra como jefe a Zawahiri, que era el número dos de la red y el brazo derecho de Bin Laden, el mando general de Al Qaida expone los principios que guiarán su acción.

De este modo asegura a los palestinos que “no los abandonará hasta la victoria” y “la liberación de toda la Palestina”.

“No aceptaremos ninguna concesión sobre Palestina” y “no reconoceremos la legitimidad al supuesto Estado de Israel” como “tampoco nos comprometeremos en ningún acuerdo o convención” que reconozca a Israel, asegura.

Al Qaida expresa también su “apoyo a la revuelta de los pueblos musulmanes” en Egipto, Túnez, Libia, Yemen, Siria y Marruecos e insta a continuar con ella para “eliminar a los regímenes corruptos e injustos impuestos por Occidente a nuestros países”.

Pero “el verdadero cambio deseado no se conseguirá más que con la vuelta de la Uma a la sharia”, asegura, y afirma estar dispuesto a “cooperar con todos los grupos islámicos” para hacer “triunfar la sharia” y “eliminar los regímenes corruptos”.

Respecto a Afganistán, Al Qaida pide al jefe supremo de los talibanes, el molá Mohamad Omar, que siga actuando “bajo su mando (…) para repeler la ocupación estadounidense del conjunto del país”.

Y garantiza también a “los hermanos combatientes” en Irak, en Somalia, en la Península Arábiga y en el Magreb, donde operan células de Al Qaida, así como en Chechenia, que “continuará en el mismo camino (…) para combatir a un enemigo único aunque tome diferentes formas”.

El nuevo jefe de Al Qaida se había comprometido a seguir el camino de la yihad contra Occidente en un vídeo colgado en la web el 8 de junio por el grupo de inteligencia estadounidense SITE.

“Ayman al Zawahiri es el cerebro de Osama Bin Laden. Fue después del encuentro de ambos cuando Bin Laden adquirió tanta importancia”, afirma el abogado islamista egipcio Muntaser al Zayat, que lo conoció muy bien.

Al igual que el fundador de la red extremista, su número dos, Al Zawahiri, se ocultó después de los atentados del 11 de Septiembre y fue visto por última vez en octubre de 2001 en la frontera entre Afganistán y Pakistán. Su esposa, su hijo y sus dos hijas murieron en ataques estadounidenses en Kandahar dos meses después.