El gobernador de California vetó el jueves el presupuesto para el estado más deficitario de Estados Unidos, aprobado en la víspera por los legisladores que usaron poderes especiales para tratar de evitar estancamientos y retrasos como en años anteriores.

El gobernador Jerry Brown dijo que no podía firmar el presupuesto impulsado por una mayoría simple de votos por parte de los diputados de su partido Demócrata, que había sido votado horas antes de la medianoche del miércoles cuando se vencia el plazo.

“Los demócratas en la legislatura hicieron notables esfuerzos para hacer frente a la crisis presupuestaria de California (…) los felicito por su tremendo esfuerzo para equilibrar el presupuesto ante la falta de cooperación republicana”, dijo Brown en un comunicado.

“Desafortunadamente, el presupuesto que recibí no es una solución equilibrada. Continúan (produciendo) grandes déficits en los años por venir, y agrega miles de millones de dólares a una nueva deuda”, agregó el Gobernador del estado más rico y poblado de Estados Unidos.

El predecesor de Brown, el republicano Arnold Schwarzenegger, introdujo varias medidas fiscales con las que se propuso cortar el déficit colosal del estado, que alcanzó los 25.000 millones de dólares hace dos años y ahora se sitúa en unos 10.000 millones.

El presupuesto aprobado el miércoles incluía medidas fiscales y recorte de gastos. Pero, bajo las reglas anteriores para aumento de impuestos tenían que estar de acuerdo dos tercios de los legisladores, es decir una “super-mayoría”.

Entre los nuevos incrementos el prespuesto vetado establece un gravamen por primera vez para las ventas por internet y aumenta las tarifas al registro anual de vehículos.

Esas medidas se suman a los recortes a los sectores públicos, a la educación superior, salud y asistencia social, anunciadas por Schwarzenegger hace casi dos años.

Brown, que fue gobernador de California entre 1975-1983, dijo cuando asumió el cargo en enero pasado que el recorte de presupuesto podía ser “doloroso” pero necesario para resucitar al estado dorado del país.