El gobierno venezolano anunció este lunes varias medidas que buscan paliar el derroche de energía eléctrica en el país y estabilizar un sistema colapsado por la creciente demanda y que sufrió el fin de semana nuevos apagones.

A partir de ahora, los grandes consumidores de energía, como centros comerciales, industrias, empresas privadas y domicilios de gran demanda, deberán reducir en 10% su consumo, anunciaron el vicepresidente venezolano, Elías Jaua, y el ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez.

Si no llegan a este objetivo, habrá multas de un mínimo del 10% que irán incrementándose.

Quedan excluidos los centros médicos, las plantas de producción de hidrocarburos, servicios de saneamiento urbanos, señalamiento terrestre, transporte, empresas de prensa, centros educativos y sedes diplomáticas, entre otros.

Jaua explicó que las instituciones del Estado serán las que apliquen con mayor severidad estos recortes para “dar ejemplo”.

“Son medidas para un uso adecuado y racional de la energía destinadas a tener un suministro seguro”, declaró el vicepresidente.

Según Rodríguez, “ningún país del mundo puede tener una generación infinita y por tanto la demanda no puede ser infinita”.

El ministro dijo que en 1999, la demanda de electricidad en Venezuela era de 10.854 megavatios (MW) y actualmente ronda los 17.000 MW, mientras la generación oscilaría entre 16.000 y 17.000 MW.

“En el incremento de la demanda inciden factores reales, como una mejor Distribución del ingreso en Venezuela (…) pero hay un derroche en Venezuela al que se dirige este conjunto de medidas”, dijo Rodríguez.

Según cifras dadas por Rodríguez, en los últimos diez años de la presidencia de Hugo Chávez, que llegó al poder en 1999, se instalaron en Venezuela 7.582 MW.

Rodríguez explicó que en 2011 se van a instalar finalmente un total de 2.163 MW y que en 2012 se añadirán al sistema eléctrico otros 3.824 MW.

Durante el fin de semana, el Estado Zulia (oeste), el segundo más poblado de Venezuela, y otras cuatro regiones sufrieron fuertes apagones provocados por problemas de generación.

El 70% de la electricidad suministrada en Venezuela procede del embalse del Guri (sur).

En 2010, Venezuela vivió una severa crisis eléctrica debida, según el gobierno, a la sequía y al derroche, lo cual obligó a imponer severos racionamientos.

Expertos del sector denuncian desde hace tiempo que el sistema eléctrico venezolano está colapsado y necesita cuantiosas inversiones.