Un gran potencial tendría la Región de Antofagasta como productora de semillas de jatropha curcas, para elaborar biocombustible de segunda generación, concluyó un proyecto de la Universidad de Chile que, durante cuatro años, evaluó una nueva alternativa energética.

El trabajo fue ejecutado gracias al cofinanciamiento del Ministerio de Agricultura, a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).

El proyecto “Desarrollo y validación del cultivo de jatropha en la zona norte de Chile para la producción de biodiesel” ejecutado por la Universidad de Chile, tuvo entre sus asociados a Agroenergía S.A.; Comercial e Industrial Binghamton S.A; Energía Ecológica S.A.; Escuela Agrícola San Félix; Liceo Agrícola Ovalle “Tadeo Perry Barnes”; Sociedad Agrícola Nacientes del Cogotí Ltda. y Transportes Cometa S.A.

Con un monto total de 293 millones 35 mil pesos -al que FIA aportó 100 millones de pesos (34,24 por ciento)- la propuesta nació el 2008 con la finalidad de encontrar una posible alternativa que permitiera a Chile diversificar su matriz energética y, de esta forma, reducir el uso de combustibles fósiles.

En este contexto, la Universidad de Chile impulsó las plantaciones de jatropha en áreas con limitaciones térmicas e hídricas, para fabricar biodiesel. Estos son llamados “biocombustibles de segunda generación”, porque no compiten con cultivos de consumo animal o humano.

La elección de esta oleaginosa se debió a que la semilla posee entre un 28 y 50 por ciento de aceite en su composición.

El coordinador del proyecto, Manuel Paneque, señaló que la propagación de los primeros clones de jatropha in vitro fue exitosa, mientras que la plantación en 10 parcelas experimentales pilotos -5 hectáreas en total, comprendidas entre las regiones de Atacama y Biobío- tuvo buenos resultados en sectores donde las condiciones agroclimáticas son más extremas: alta salinidad y bajas temperaturas.

De acuerdo a lo anterior, Paneque estima que, según los resultados de adaptación observados, la zona de Ovalle es la de mejor actitud agroclimática, mientras que la Región de Antofagasta se perfila como el territorio con mayor disponibilidad de tierras para cultivar la oleaginosa (40 por ciento del total de hectáreas de las regiones estudiadas). Ello podría llevar a la construcción de una planta productora de biodiesel.

El propósito es que los agricultores cultiven jatropha curcas para obtener ingresos adicionales usando terrenos que actualmente son improductivos y, de esta forma, mejoren sus ingresos.